Política -
Cargas policiales del 1-O
Un hotel de Calella echa a 200 guardias civiles por agredir a manifestantes
Guardias civiles vestidos de paisano han agredido con porras extensibles a vecinos que se habían acercado a su hotel para protestar contra las cargas del 1-O.
eitb.eus
Las violentas cargas policiales del 1-O han dejado una profunda herida en la ciudadanía catalana, que se ha traducido este lunes en momentos de tensión y rabia con agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil en diferentes localidades de Cataluña.
En Calella (Barcelona), por ejemplo, un hotel ha echado a más de 200 guardias civiles que se encontraban alojados en él después de que en la noche del domingo al lunes cargaran contra manifestantes que se habían acercado al lugar para protestar.
Según han explicado la alcaldesa de Calella, Montserrat Candini (PDeCAT), y varios testigos en las redes sociales, manifestantes se acercaron por la noche a un hotel en el que guardias civiles se encontraban hospedados para protestar por su actuación durante el 1-O. Los Mossos d’Esquadra formaron entonces un cordón de seguridad en el lugar, pero guardias civiles vestidos de paisano salieron del establecimiento hotelero, atravesaron el cordón, y comenzaron a agredir a los concentrados con porras extensibles.
En imágenes difundidas por Radio Calella TV se aprecia a guardias de paisano persiguiendo a los concentrados con porras extensibles en la mano, una ambulancia llegando al lugar para atender a heridos, y a los Mossos intentando llamar a la calma.
Por su parte, los guardias civiles han denunciado "acoso" y han adelantado que se querellarán contra el hotel y el Ayuntamiento. Además, han acusado a la alcaldesa de amenazar al empresario hotelero con retirar una licencia de obras si ni echaba a los agentes.
La propia alcaldesa ha negado las acusaciones, y ha señalado que la decisión de expulsar a los guardias "es una decisión del empresario que yo aplaudo".