Política -
Desarme de ETA
Las autoridades francesas analizarán las armas entregadas por ETA
Cada una de las armas que se recogió deberá ser analizada y se deberá levantar un acta por cada una de ellas. Después, la justicia francesa comunicará a la española los peritajes realizados.
i.g. | eitb.eus
Euskaraz irakurri: Frantziako agintariek aztertuko dituzte ETAk entregatutako armak
Las autoridades francesas han procedido desde ayer, 8 de abril, a consignar y realizar el peritaje de las armas recogidas en los ocho arsenales que entregó ETA.
Cada una de las armas que se recogió deberá ser analizada y se deberá levantar un acta por cada una de ellas. Después, la justicia francesa comunicará a la española los diferentes peritajes que se van a realizar respecto a ese arsenal, para que los pueda utilizar, lo que tal vez permitirá aclarar algunas acciones y atentados que aún están por esclarecer.
Las armas, al parecer, están activas y sin manipular; de hecho, según ha declarado Jonan Fernández, secretario general de la oficina de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco en una entrevista realizada en Euskadi Irratia, esa era una de las condiciones del proceso de desarme.
"Si no las han destruido, se podrá realizar un análisis pericial de las armas, y eso fue una de las condiciones del proceso de desarme, tenía que ser legal, y para ser legal las armas tenían que estar sin destruir, y así creemos que habrá sido", ha explicado Fernández.
En concreto, ETA puso a disposición de los artesanos de la paz y, éstos a su vez, de las autoridades francesas, 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivos, y miles de detonadores y munición localizados en ocho almacenes, según detallaron los 'artesanos de la paz'.
Dichos almacenes estaban situados en las regiones de Aquitania y Occitania. Concretamente, los armamentos se encontraban en las localidades de Araujuzon, Maslacq, Viellenave de Navarrenx y Senpere (Lapurdi); y en varias zonas situadas entre distintas localidades: entre Etxarri (Zuberoa) y Espiute; entre Barkoxe (Zuberoa) y Aramits; entre Audaux y Castetbon, y entre Lahontan y Carresse-Cassaber.
Autoridades francesas trabajan en uno de los arsenales. Foto: EFE
En los lugares facilitados por ETA permanecieron 172 observadores de los artesanos de la paz para verificar la recogida de las armas por las autoridades francesas.
La Justicia francesa ha comenzado este domingo a tomar declaración a los miembros del CIV. Fuentes cercanas a la investigación han confirmado a EFE que los jueces están tomando declaración como testigos también a los participantes en la entrega de las localizaciones de los arsenales.
La jornada comenzó a primera hora
El día comenzó con una comparecencia pública convocada a última hora por el Grupo Internacional de Verificación (GIV), con Ram Mannikalingam a la cabeza, en el Ayuntamiento de Baiona, junto a Txetx Etcheverry y el propio alcalde de la capital labortana y presidente de la Mancomunidad Única de Iparralde, Jean-René Etchegaray, entre otros.
Mannikalingam explicó que los artesanos de la paz, encabezados por Etcheverry, hicieron entrega de un dossier con la localización de ocho arsenales de ETA ese mismo día a las 08:10 de la mañana en el Consistorio de Baiona.
A continuación, el GIV traslado la información inmediatamente a las autoridades francesas, para que procedieran a asegurar y recoger las armas. Ahí terminó la labor de los verificadores.
172 observadores de los artesanos de la paz fueron distribuidos en las inmediaciones de los arsenales, a la espera de que llegaran aproximadamente 200 agentes que envió el Ministerio de Interior francés, entre gendarmes, policías, artificieros, miembros de la Policía Judicial y de la científica.
Reacciones institucionales
Tras producirse la operación de desarme, el lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado por el líder de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam, compareció ante los medios de comunicación en San Sebastián para leer una declaración institucional.
El texto, titulado 'De la épica a la ética' constata que "las armas han pasado del territorio de la clandestinidad al territorio de la legalidad". El lehendakari subrayó que el desarme está "exento de cualquier épica", aunque precisó que se trata de un acto que sí tiene "un significado ético central", dado que "certifica definitivamente que ni una sola de las víctimas provocadas por ETA debió producirse nunca".
Por su parte, el Gobierno de Navarra valoró la confirmación de la entrega de los arsenales de ETA a las autoridades francesas y dijo que "el desarme ha sido un mandato incontestable largamente demandado por la ciudadanía".
El Gobierno español interpretó el desarme como una "operación mediática para disimular su derrota" e "intentar sacar un rédito político de la misma". El Ejecutivo, en un comunicado, rehusó hacer ninguna valoración sobre el armamento entregado y sobre su integridad hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la Justicia francesa, de acuerdo con la legalidad vigente.
La valoración del Gobierno francés llegó de la mano de su ministro de Interior, Matthias Fekl, quien consideró que la entrega "unilateral" por parte de ETA de las localizaciones de ocho depósitos de armas es "un gran paso".
Acto en Baiona
Varios miembros de la sociedad civil y de los artesanos de la paz, convocantes del acto en Baiona en este 8 de abril, suscrito por varios partidos políticos y sindicatos, pero con la ausencia del Gobierno Vasco, concluyeron la jornada haciendo lectura de varias declaraciones, en las que hicieron un análisis del proceso que les llevó hasta el día de ayer y de las perspectivas que tienen de cara al futuro.
El primero en tomar la palabra fue Mixel Berhokoirigoin, quien apeló a la reconstrucción de la sociedad, a la convivencia de algunas partes de la sociedad que durante muchos años han sido enemigas, "habrá que aprender a convivir, a cesar de considerar a los adversarios de ayer como los enemigos de hoy". "Si el pasado ha dividido, el futuro debe unir", dijo.
El desarme, "desarme sin condiciones previas, desarme de manera coordinada, supone marcar un punto de ruptura entre el pasado y el futuro". Según Berhokoirigoin "el desarme está en el centro de un proceso de paz. Sobre todo, permite un cambio de horizonte, de dinámica: nada es ya como era antes. Proceder al desarme es derribar el muro del status quo. El desarme debería ser, por tanto, una buena noticia para todos, también para Francia y España, pero paradójicamente los estados no lo han entendido así…"
(Mixel Berhokoirigoin, durante el acto en Baiona. EFE)