El PP saca adelante su reforma del Tribunal Constitucional

El PP ha logrado, con su mayoría absoluta, que su propuesta de reforma del Tribunal Constitucional (TC) haya pasado hoy su primer examen en el Congreso tras un debate bronco que ha elevado la tensión entre el partido en el Gobierno y la oposición a pocos días de las elecciones catalanas del 27S.

La discusión sobre la toma en consideración de la reforma, que dará competencias al TC para hacer cumplir sus sentencias y sancionar a los cargos públicos que las ignoren, se ha convertido en un duro cruce de acusaciones entre los populares y el resto de las fuerzas políticas.

Frente a las críticas de la oposición, que ve en la reforma de la Ley Orgánica del TC una medida electoralista, un "pucherazo" y una "cacicada", el PP defiende la necesidad de cubrir las carencias que se han detectado en el tribunal en los últimos tiempos ante a un "movimiento independentista que busca destruir España".

Con este argumento, el portavoz del PP, Rafael Hernando, ha justificado la oportunidad de la medida, cuya toma en consideración se aprobado en el pleno por 183 votos a favor (PP, UPN y Foro Asturias) y 144 en contra, del resto de la oposición.

El objetivo del Grupo Popular es aprobarla a la vuelta de las elecciones catalanas del 27 de septiembre con idea de que esté en vigor antes de la disolución de las Cámaras.

Los argumentos del PP

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha asegurado que "el grado de incumplimiento y desacato a las resoluciones del TC ha ido en aumento y ello ha ido en paralelo al desarrollo del proceso independentista" en Cataluña, así como a nuevos partidos, en alusión a marcas auspiciadas por Podemos, que acaban de llegar a las instituciones y que aseguran que sólo han de cumplirse las leyes que consideran justas".

Como ejemplo de estos incumplimientos ha citado la sentencia del Estatut en lo relativo a la enseñanza en castellano, la ley catalana de veguerías, la suspensión de la consulta soberanista, la impugnación del comisionado para la transición, y esta semana la suspensión de la dotación de medios para la Agencia catalana, sobre la cual la vicepresidenta de la Generalitat ya ha anunciado que piensa mantener su plan de convocatoria de plazas.

"La Generalitat de Cataluña ha puesto y está poniendo de manifiesto una única actitud: el incumplimiento como respuesta, el desacato como conducta y la deslealtad institucional como bandera, y todo ello para avalar una pretendida afirmación nacional basada en el victimismo inmoral del falso agravio", ha resumido.

Las críticas de la oposición

Desde Amaiur, el diputado Sabino Cuadra, que vestía una camiseta con una enorme estelada, ha criticado la reforma del PP que, a su juicio, supone "un nuevo pucherazo" del Gobierno, "un nuevo fraude", porque en realidad el Gobierno tiene "pánico" a mirarse en el espejo del derecho a decidir "no vaya a ser que le diga que su querida España es los restos de aquél imperio querido y llorado que se ha convertido en una cárcel de pueblos".

Cuadra ha acabado su intervención arrancando hojas de la Constitución española en las que figuraban artículos que denosta, como la indisoluble unidad de España. "La solución es que esto y esto desaparezca", ha proclamado, levantando murmullos de protesta de numerosos diputados.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha criticado la reforma porque va contra "el sentido común" de la Constitución y porque, a su juicio, resulta "sorprendente" que hasta ahora el PP no haya visto la necesidad de poner solución ante el incumplimiento de las sentencias de un Tribunal Constitucional, y eso que el propio Gobierno tampoco las ha acatado en muchas ocasiones.

"Se ponen el disfraz de defensores del Estado de Derecho cuando ustedes son la antítesis", ha señalado Esteban, para quien la proposición de ley es un tema "político" y "electoral". "Les da igual el método, lo más rápido posible y sin contar con nadie porque no se atreven a aplicar el artículo 155 de la Constitución", ha remachado.

El representante de Geroa Bai, Bixente Serrano, ha rechazado la propuesta del PP porque la considera un "despropósito" por tramitarse por el procedimiento de urgencia y porque persigue un objetivo claramente "electoralista" porque trata de "pescar" votos del nacionalismo español "más intransigente y anticatalán" contra el derecho a decidir de Cataluña.

Además, el PP, esa "máquina de fabricas independentistas", demuestra "ceguera y falta de cintura política", "incapacidad" de afrontar los problemas políticos y "pavor" a conocer la voluntad de la ciudadanía.

Convergència (CDC), Unió (UDC), Iniciativa per Catalunya (ICV) y Esquerra Republicana (ERC) también han censurado en el Pleno del Congreso el "electoralismo" de la reforma exprés del Tribunal Constitucional impulsada por el PP, al que han avisado que acabará fracasando no sólo en las elecciones catalanes del próximo 27 de septiembre, sino también en las generales.

El representante de CDC Pere Macías ha considerado que esta sesión era "uno de los hechos más vergonzosos que ha vivido el Congreso" y se trata de "una gravísima irresponsabilidad" con la que se usa a Cataluña y a los catalanes como un instrumento electoral.

El PSOE ha insistido en tachar de innecesaria la reforma y ha criticado que no se haya planteado en los tres años de legislatura, ni siquiera en la reforma del TC del recurso previo que hasta hace dos meses se ha estado discutiendo en la Cámara Baja. Su conclusión es que el PP sólo ha buscado "arañar votos" por interés electoral.