Política -
Decisión judicial
Suspendido el chupinazo de fiestas de Ibarra
La Comisión de fiestas ha acatado la resolución judicial y ha suspendido el acto, que iba a correr a cargo de la asociación de familiares y amigos de presos de la localidad.
Agencias | Redacción
El Juzgado ha decretado la suspensión cautelar del chupinazo de las fiestas de San Bartolomé, que iba a producirse este viernes a mediodía en la localidad guipuzcoana de Ibarra que iba a correr a cargo de familiares y amigos de presos. El delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, había reclamado la suspensión del acto por considerarlo "una ofensa flagrante a las víctimas del terrorismo".
Según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno español, la autoridad judicial ha decretado la suspensión cautelar, y la orden ha sido comunicada media hora antes de producirse el chupinazo a las 12:00 horas.
La Comisión de Fiestas ha decidido suspender el acto y acatar, así, la resolución judicial. Como alternativa, un representante de la Comisión ha dado lectura a un escrito en el que ha denunciado la suspensión "bajo amenazas" del chupinazo, "algo tradicional en Ibarra".
El alcalde, Mikel Agirrezabala, de EH Bildu, y la Corporación ha estado presente en el acto de inicio de fiestas, como muestra de respaldo a la decisión de los organizadores de las fiestas.
Horas antes de conocerse la resolución judicial, el alcalde de Ibarra ha asegurado a Radio Euskadi que el chupinazo no constituía "ningún tipo de homenaje", sino que se trata de "una decisión tomada en una fiesta", debido a "lo que tienen que hacer los familiares de los presos a causa de la dispersión". "No es ningún ensalzamiento de los presos", ha defendido.
Suspensión y recurso administrativo
Urquijo explicó este jueves que había comunicado al Fiscal Superior de País Vasco, Juan Calparsoro, el "acto de ofensa a las víctimas" previsto para este viernes y había dado orden a la Abogacía del Estado para que solicitara su suspensión e interpusiera recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Ibarra por promover el citado acto.
Según lo pactado por el ayuntamiento y la comisión de fiestas en 2008, el chupinazo iba a ser lanzado por "familiares y amigos de personas represaliadas de Ibarra", una acción que, en opinión del delegado del Gobierno, "lleva implícita la exaltación del terrorismo, a la vez que el desprecio y menoscabo a las víctimas".
Con esta actuación, Carlos Urquijo quería "evitar otro acto intolerable de humillación a las víctimas del terrorismo, una ofensa ya reiterada por el conjunto de lo que se autodenomina izquierda abertzale y que no puede pasar inadvertido".