Política -
Memorial de Víctimas
Urkullu pide una 'nueva política de Estado' para consolidar la paz
El lehendakari reclama "diálogo, acuerdo y colaboración entre instituciones" para aprovechar el "nuevo tiempo" tras el cese de actividad de ETA.
Redacción
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado "una nueva política de Estado" para "consolidar la paz y fortalecer la convivencia" después del cese definitivo de la actividad de ETA.
Urkullu han planteado estas reflexiones en el marco de los actos organizados este martes en Vitoria-Gasteiz con motivo de la colocación de la primera piedra del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo que se ubicará en la capital alavesa. El acto simbólico también ha contado con la presencia del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que ha pedido "unidad sin fisuras a todos los demócratas".
Ambos mandatarios han evidenciado sus diferencias sobre la política frente a ETA. De hecho, el Ejecutivo vasco ya había mostrado su queja por no haber sido consultado en la toma de decisiones sobre el Memorial. En este sentido, Urkullu ha considerado que el Memorial de Vitoria-Gasteiz impulsado por el Gobierno de España, y el Instituto de la Memoria que plantea el Gobierno Vasco "deben ser parte relevante en ese empeño".
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha confiado hoy en que el Memorial sea "el primer paso de un nuevo ciclo de cooperación y acuerdo" porque "pasar de la coexistencia a la convivencia demanda comunicación".
El lehendakari ha argumentado que tras cinco años sin asesinatos de ETA y más de tres desde que la banda armada anunciara su cese definitivo, se ha abierto un "nuevo tiempo" que es "una oportunidad para consolidar la paz y fortalecer la convivencia". Pero para ello, ha advertido, es necesario "altura de miras y poner en común una nueva política de Estado", por lo que ha pedido "diálogo, acuerdo y colaboración entre instituciones" para "construir políticas públicas de memoria".
Urkullu ha subrayado además el "compromiso" de su Gobierno con el Centro Memorial de Vitoria-Gasteiz porque supone un "homenaje permanente" a las víctimas, constituye un recordatorio "específico de lo que ha supuesto el terrorismo", deslegitima la violencia y promueve valores éticos.
"La empatía y la solidaridad con las víctimas de la injusticia es imperativo ético, democrático y de humanidad", ha afirmado el lehendakari, que ha apostado por construir un "futuro de convivencia y con una memoria crítica con la injusticia" que sufrieron las víctimas y que se vio agravado durante años porque "no estuvieron suficientemente atendidas y apoyadas".