Amnistía Internacional se amordaza en contra de la falta de libertad

Activistas vascos de Amnistía Internacional se han concentrado amordazados frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Euskadi para protestar por la restricción de los derechos de manifestación y de libertad de expresión en España.

La protesta silenciosa se ha llevado a cabo frente a las puertas de la Delegación del Gobierno, en Gasteiz, y tras desplegar una pancarta en la que se leía Ez naiz isilduko! ¡No pienso callarme! alrededor de 50 militantes de Amnistía Internacional se han tapado las bocas con cintas negras.

Posteriormente han entregado en la sede gubernamental un informe de Amnistía Internacional con el título "España. El derecho a la protesta amenazado" y un escrito dirigido al delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, en el que le piden que haga cuanto esté en su mano para que los derechos de libertad de expresión, reunión y manifestación pacífica sean respetados y se regulen adecuadamente.

El coordinador de Amnistía Internacional en Euskadi, Jesús Álvarez, ha denunciado que los derechos de libertad de expresión y manifestación están "seriamente amenazados" en España porque cada vez hay más "identificaciones masivas, arbitrarias e injustificadas" de ciudadanos que expresan sus protestas de manera pacífica.

Además, ha recordado que Amnistía Internacional tiene documentados casos de "malos tratos policiales y de uso excesivo de la fuerza contra personas que no se investigan adecuadamente".