Política -

Perfil

El capitán Muñecas, un golpista amigo de Tejero

El excapitán de la Guardia Civil, cuya extradición a Argentina por torturas en la dictadura franquista ha rechazado la Audiencia Nacional, fue uno de los condenados en el golpe de Estado del 23F.

El capitan Muñecas. EiTB
Muñecas
El capitan Muñecas. EiTB

Redacción

Whatsapp Facebook Twitter Telegram Email

El excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas Aguilar, capitán Muñecas, cuya extradición a Argentina por torturas en la dictadura franquista ha rechazado este viernes la Audiencia Nacional, fue uno de los condenados en el golpe de Estado del 23F y todavía conserva su amistad con Tejero. Desde que se inició el proceso por el que se pedía su entrega a Argentina, Muñecas, de 75 años, no ha negado en ningún momento su condición de golpista y reconoció ante el juez Pablo Ruz, que tramitó la extradición, haber sido condenado a cinco años de cárcel por un delito de rebelión militar por el 23F de 1981. De hecho, fue uno de los asistentes a la famosa paella celebrada este año con motivo del aniversario del golpe en el cuartel de la Guardia Civil en Valdemoro por el teniente coronel Antonio Tejero, hijo del homónimo golpista, que fue fulminantemente destituido por estos hechos por el Ministerio de Interior.

Delito prescrito

La Audiencia Nacional ha rechazado este viernes la extradición a Argentina del ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar por torturas en el franquismo, ya que considera que este delito, presuntamente cometido en 1968, estaría prescrito y que los hechos de los que se le acusa no son constitutivos de genocidio. La sección tercera argumenta que este delito, castigado en España con un máximo de seis años, prescribe a los diez años desde la comisión del delito o desde que el procedimiento se dirige contra el culpable, cuando la acción penal en este caso se inició en virtud de una querella presentada en Argentina en 2012, "por lo que ha superado crecidamente los plazos de prescripción". Nacido el 6 de enero de 1939, Muñecas ingresó en el Cuerpo de la Guardia Civil en marzo de 1959. Cuando se produjo el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 estaba destinado como capitán en el Escuadrón de la I Comandancia Móvil de Valdemoro. Gran amigo del teniente coronel Antonio Tejero, la mañana del día 23 fue avisado por este de la operación y acudió al Congreso de los Diputados con dos autobuses en los que viajaban un par de tenientes, algunos suboficiales y unos 40 números de la Guardia Civil.

Papel relevante en el 23F En los hechos del 23F jugó un papel relevante al ser el primero que se dirigió a los miembros de la Cámara para comunicarles la "próxima" llegada de la "autoridad militar, por supuesto". Al día siguiente del golpe ingresó en prisión preventiva en la Guarnición de Madrid y el 3 de junio de 1982 el Consejo Supremo de Justicia Militar le condenó a 3 años y seis meses de prisión por delito consumado de rebelión militar, pena que luego aumentó el Tribunal Supremo a 5 años. Además de la prisión de Alcalá de Henares, estuvo también internado en la de El Ferrol, Cartagena y, finalmente, en Figueras (Gerona), junto a Tejero y el capitán Gómez Iglesias.

Aficionado a los caballos

En octubre de 1984 salió en libertad al haber cumplido las tres cuartas partes de la condena.

Gran aficionado a los caballos, cuando abandonó la cárcel se dedicó a dar clases de equitación en un picadero cercano al Hipódromo madrileño de la Zarzuela, en la carretera de la Coruña. El 18 de septiembre de 2013 la juez argentina María Servini, a través de Interpol, dictó una orden de busca y captura contra él por delitos durante el franquismo, tras lo que Ruz le llamó a declarar y le impuso la prohibición de salir de España y la retirada del pasaporte después de negarse a ser extraditado a Argentina.

Si te interesó esto, quizá te interesen estos otros temas