Política -
Décimo aniversario
Pamplona recuerda a Ángel Berrueta exigiendo la reparación
Familiares y amigos del barrio Donibane de Pamplona han recordado a Berrueta, colocando una placa en la panadería donde fue asesinado, en la que ponía "Ángel, no te olvidamos".
Redacción
Este jueves se cumplen 10 años desde que Ángel Berrueta, panadero y miembro del colectivo Gurasoak, fuera asesinado, dos días después de los atentados de 11-M de Madrid, por un policía nacional y su hijo.
Familiares y amigos del barrio Donibane de Pamplona han recordado hoy a Berrueta, colocando una placa en la panadería donde fue asesinado, en la que ponía "Ángel, no te olvidamos". Asimismo, "olvidarlo y no reconocerlo no tiene ninguna aportación de cara al futuro", han indicado.
Cientos de asistentes a la concentración han reivindicado la verdad, el reconocimiento y la reparación, en el décimo aniversario del asesinato. Entre los asistentes: la viuda, Mari Carmen Mañas y sus tres hijos. También han estado los familiares de Conchi Sanchis, fallecida en Hernani de un infarto, el 14 de marzo de 2004, en una manifestación solidaria con Ángel Berrueta, tras una carga policial.
Por su parte, los familiares han criticado que, a pesar de que en el juicio se admitiera la motivación política del asesinato, las instituciones no quieren dar ese reconocimiento a Berrueta. La viuda, Mari Carmen Mañas, ha denunciado que existen "víctimas de primera y segunda categoría".
El Gobierno no prevé un reconocimiento a Berrueta, pero condena el crimen
El Gobierno de Navarra no tiene previsto celebrar ningún acto de reconocimiento a Ángel Berrueta, fallecido en Pamplona el 13 de marzo de 2004 por disparos de un policía al negarse a colocar en su panadería un cartel que responsabilizaba a ETA del 11-M, aunque ha reiterado su "condena" por este crimen.
El portavoz de Aralar, Patxi Zabaleta, ha sostenido en el pleno del Parlamento que Berrueta fue "un víctima de la violencia de motivación política".
Y al respecto ha recordado que el día 26 cumple el plazo legal para la colocación de dos placas en reconocimiento de los empleados públicos y los cargos políticos "víctimas de la sublevación fascista" de 1936 y, según ha dicho, "no sería mala oportunidad para tener un gesto de igualdad para todas las víctimas de todas las violencias de motivación política".
En respuesta a este planteamiento, el consejero de Interior, Javier Morrás, ha expresado la "condena y rechazo" del Gobierno por este crimen, así como el "respeto y solidaridad a la familia" del fallecido.