Política -
Reorganización
Seguridad diseña la 'Ertzaintza post-ETA'
La reorganización interna de la Ertzaintza pretende hacer frente a nuevos delitos ante el escenario del final de la violencia de ETA. Dos únicas divisiones englobarán a la mayoría de los agentes.
I.H | eitb.com
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco plantea crear dos únicas divisiones que agrupen a la totalidad de los agentes con el objetivo de mejorar la eficacia en la respuesta a las nuevas formas de delincuencia que emergen tras la desaparición de ETA. El Departamento quiere fortalecer el papel de las comisarías para hacer realidad el objetivo de la "policía de proximidad". La nueva estructura de organización ha sido planteada a los sindicatos de la policía autonómica en el marco de la reunión que han mantenido hoy con los responsables del Departamento así como a los mandos internos del cuerpo.
Seguridad plantea una reordenación interna dentro de la Ertzaintza que incluye la creación de dos únicas divisiones en las que estarán encuadrados la totalidad de los agentes de la plantilla. Una auténtica revolución interna respecto a la estructura que ha marcado la organización y estructura de la Policía autonómica vasca y que pretende, según fuentes del Departamento, dar respuesta a los nuevos tipos de delitos que conforman la realidad.
Las nuevas formas de delincuencia que están adquiriendo cada vez más peso en el "mapa del crimen" en Euskadi, unido a desaparición de la violencia de ETA, han traído un replanteamiento de la organización policial.
Dos divisiones
Así, Seguridad plantea refundir las cinco divisiones que existen en la actualidad en dos únicas divisiones: la de Protección Ciudadana, dedicada a la atención y respuesta directa de los delitos, y la de Investigación Criminal. Entre ambas divisiones se situará una Oficina central de Inteligencia, un órgano de coordinación entre las dos divisiones cuya función será la de mejorar la eficacia en el trasvase de información entre los investigadores y los recursos operativos.
La división de Protección Ciudadana contará con 5.867 agentes (73,3 % del total), mientras que la de Investigación Criminal tendrá 1.667 (20,8 %). La Oficina central de Inteligencia estará formada por 185 policías (2,3 %).
El Departamento que dirige Beltrán de Heredia pretende que con esta reorganización ambas áreas trabajen de una manera más transversal y permeable de forma que la información recaba por los investigadores llegue de una forma rápida y eficaz a los agentes que deban dar respuesta a los delitos. Responsables del Departamento admiten que la organización anterior presentaba unas inercias de funcionamiento que conllevaban carencias a la hora de compartir datos entre las diferentes áreas.
Todo esta reorganización va a tener su base en las comisarías, el auténtico núcleo operativo de esta nuestra estructura. Así, se pretende que las 'ertzainetxeas' sean los centros estratégicos de la "policía de proximidad" que quiere el Departamento que dirige Beltrán de Heredia quiere hacer realidad.
Otra de las consecuencias de este nuevo modelo de organización será el adelgazamiento de las estructuras organizativas y burocráticas. Así, los 190 mandos actuales se reducirán a 161, pasando de 7 superintendentes a 3, de 21 intendentes a 19, de 58 comisarios a 62 y de 104 subcomisarios a 77. La reducción de mandos permitirá destinar más efectivos tanto a las tareas de investigación e información como a las patrullas que pisen la calle.
Otras preocupaciones
La desaparición de la anterior estructura de divisiones no va a suponer que desaparezcan los servicios de seguridad que estos tenían asignados. Así, desde el Departamento se pone como ejemplo que el hecho de que orgánicamente desparezca la División Antiterrorista, creada expresamente bajo el mandato socialista, no significa que no exista una unidad especializada en este tipo de delincuencia. Otro caso similar que recientemente fue objeto de modificación y provocó cierta polémica fue la protección de las mujeres amenazadas. Así, Seguridad destinó a los agentes que se dedicaban exclusivamente al servicio de escolta a mujeres amenazadas a las comisarías concretas, "y sin embargo, seguimos ofreciendo este servicio de seguridad, solo que organizado de otra manera".
La desaparición de la amenaza de ETA ha supuesto una liberación de efectivos que ya trabajan en otras labores. Así, la reducción de los servicios de escoltas a personalidades y concejales amenazados, o la menor necesidad de destinar agentes a recabar información relacionada con la actividad de ETA está permitiendo ya el reciclaje de los policías hacia los nuevos delitos emergentes. Se pretende aprovechar la alta especialización de los ertzainas que han trabajado en esta área para destinar su praxis y experiencia a los nuevos frentes delictivos.
Seguridad tiene entre los nuevos focos de preocupación delincuencias más comunes en otras zonas pero cuya relevancia y peso está aumentando de forma progresiva: la delincuencia organizada, las mafias de robo y tráfico de diferentes materiales y efectos, el robo en viviendas particulares, las drogas, los delitos informáticos o la latente amenaza del terrorismo de corte islamista forman parte de la nueva realidad a la que tiene que enfrentarse la Ertzaintza.
La nueva organización interna va a suponer importantes cambios internos entre los agentes. Ello va a conllevar una negociación interna con los sindicatos con representación en la policía autonómica. El nuevo modelo organizativo es fruto de una reflexión y un trabajo interno que se ha llevado a cabo durante los últimos meses, en los que se ha trabajado a través de más de 50 grupos de trabajo en los que han participado agentes de diferentes niveles y unidades.