Política -
Caso Bettencourt
Nicolas Sarkozy, imputado
El expresidente francés está acusado de aprovecharse de una multimillonaria enferma para lograr fondos para la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007.
Redacción
El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ha sido imputado por abuso de debilidad en el caso de la multimillonaria Liliane Bettencourt, dentro de la investigación abierta por la supuesta financiación ilegal de la campaña que le llevó al Elíseo en 2007.
El exjefe de Estado, que hasta ahora gozaba del estatus de "testigo asistido", compareció ayer ante el Palacio de Justicia de Burdeos durante varias horas, en las que mantuvo un careo con el mayordomo de Bettencourt, Pascal Bonnefoy.
Los jueces querían determinar cuántas veces visitó el domicilio de la mujer durante la campaña, con el objetivo de estimar si abusó de la debilidad de la heredera del imperio cosmético L'Oréal para conseguir fondos.
La fiscalía ha circunscrito el supuesto abuso al año 2007, y de confirmarse los hechos Sarkozy podría verse condenado a tres años de cárcel, 375.000 euros de multa y cinco años inhabilitación.
La octogenaria, según se reveló en octubre de 2011, sufre una "demencia mixta" y el mal de alzhéimer en un "estado moderadamente severo", y la sospecha de que Sarkozy pudo aprovecharse de sus problemas mentales para sacarle dinero partió del testimonio de la antigua contable de Bettencourt, Claire Thibout.
Ésta declaró en 2010 a la policía que, tres años antes, el administrador de la familia, Patrice de Maistre, le pidió 150.000 euros en efectivo para entregárselos al entonces tesorero de la campaña electoral, Eric Woerth.
La sospecha se reforzaba por el hecho de que, según daban a entender agendas confiscadas en el despacho y el domicilio de Sarkozy, este se reunió varias veces con Bettencourt y mantuvo otras tantas citas con otros protagonistas del caso en fechas clave del mismo.
El caso se destapó por casualidad dentro de una investigación paralela por una disputa familiar llevada a los tribunales por la hija de Bettencourt, Françoise Meyers, y Sarkozy es la decimoséptima persona imputada en el mismo.
Este caso ha convertido a Sarkozy en el segundo presidente en comparecer ante la Justicia a su salida del Elíseo, tras Jacques Chirac, condenado en diciembre de 2011 a dos años de cárcel exentos de cumplimiento por un caso de corrupción y financiación ilícita de partidos.