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Perfil: Yolanda Barcina, 14 años de intensa carrera política en UPN
La presidenta del partido regionalista se afilió en el año 2000, en 2006 fue nombrada vicepresidenta y es presidenta de UPN desde el 2009.
Redacción
Yolanda Barcina (Burgos, 1960) ha tenido una carrera meteórica dentro de UPN desde que se afilió en el partido en el año 2000.
Barcina se inició en política en 1996 cuando abandonó su cargo de vicerrectora de Gestión Académica de la UPNA y catedrática de Nutrición y Bromatología para incorporarse como consejera de Medio Ambiente, Ordenación del territorio y Vivienda al Gobierno de Miguel Sanz, quien después la aupó a la alcaldía de Pamplona, cargo que ostentó entre 1999 y 2011.
Fue primera edil hasta en tres legislaturas con un tirón electoral indiscutible, que se trasladó al seno de UPN, al que tras afiliarse en el año 2000 ha representado como miembro del Comité Ejecutivo desde 2001, como vicepresidenta desde 2006 y como presidenta desde 2009, cargo que ha sido la primera mujer en ostentar, al igual que fue la primera consejera de un Gobierno navarro y la primera alcaldesa de Pamplona.
Separada y con un hijo, su meteórico ascenso a la presidencia de UPN en 9 años de militancia y su escaso contacto hasta entonces con las bases despertó suspicacias en algunos sectores, si bien la sombra de Miguel Sanz consiguió unificar los criterios hasta el punto de que su candidatura a la presidencia tras la renuncia de su mentor fue la única, pese a que Catalán sopesó presentarse.
Ya elegida presidenta del partido en 2009, con Sanz como presidente del Gobierno, la bicefalia durante dos años se reveló tirante en varios asuntos, aunque la apuesta de Barcina por retomar pactos electorales con el PP pese a la traumática ruptura decidida años antes por Sanz fue el punto de inflexión de su relación.
Candidata lógica a la presidencia del Ejecutivo foral por UPN, llevó al partido a ser la lista más votada en las elecciones autonómicas de 2011, pero sus 19 escaños en una Cámara de 50 obligaron a buscar la alianza en un PSN con el que conformó el Gobierno foral pero con el que mantuvo constantes desavenencias hasta que un año más tarde el pacto se rompió. Desde entonces se ha mantenido en la presidencia del Gobierno de Navarra en minoría.
En estas circunstancias, Barcina recibió de nuevo la confianza de su partido, en el que renovó como cuarta presidenta (tras Javier Gómara, Jesús Aizpún y Miguel Sanz), en un Congreso del que salió reforzada al imponerse al hasta entonces vicepresidente, Alberto Catalán, con la incertidumbre y la obligación de buscar apoyos para el Gobierno de Navarra. Su reelección supuso también salir airosa en el plano interno de uno de los momentos más difíciles de la trayectoria política de Barcina inmersa en la polémica por el cobro de las dietas en Caja Navarra.
Además, durante la legislatura, Yolanda Barcina ha superado una moción de censura presentada en abril de 2013 por EH Bildu, la primera moción en la historia de la democracia en Navarra. La iniciativa no prosperó dado que los socialistas rechazaron respaldar a la coalición nacionalista. Más adelante, ya en febrero de este mismo año, la jefa del Ejecutivo se volvió a enfrentar a una amenaza de moción de censura, esta vez anunciada por el PSN y que finalmente la dirección federal del PSOE decidió frenar, puesto que era necesario el voto favorable de Bildu para que prosperara. Tras superar este escollo, Yolanda Barcina vio garantizada la continuidad de su Gobierno hasta el final de la legislatura y en el mes de agosto anunció en un acto de partido en Cadreita que optaría a la reelección. Sin embargo, en una decisión anunciada este lunes por sorpresa, ha decidido renunciar a la primera línea política, aunque está dispuesta a ser parlamentaria foral "si así lo considera el partido".