Sandra Carrasco: 'Me da miedo que la sociedad olvide a las víctimas'

Sandra Carrasco, hija del exconcejal socialista de Arrasate (Gipuzkoa) Isaías Carrasco, asesinado por ETA hace cinco años, ha dicho este sábado que le da "miedo" que la "sociedad olvide a las víctimas del terrorismo de ETA y que se quiera pasar página con tanta rapidez".

Sandra Carrasco ha hecho esta afirmación durante el homenaje que los socialistas vascos han tributado este mediodía en Arrasate a Isaías Carrasco, asesinado un día como hoy hace cinco años, al ser tiroteado por un miembro de ETA cuando se dirigía a su trabajo.

Familiares y amigos de Carrasco, entre ellos sus hijos y su viuda, han tomado parte en el acto, que ha consistido en una ofrenda floral en la misma calle en la que fue asesinado.

Numerosos dirigentes del PSE-EE como Charli Prieto, José Antonio Pastor, Jesús Eguiguren e Iñaki Arriola se han trasladado a Arrasate para recordar la figura del exedil en este homenaje, al que ha acudido también el concejal de Bildu en Arrasate, José Antonio Barriocanal (EA).

Sandra Carrasco, quien ha leído una emotiva carta dirigida a su padre, ha pronunciado después un breve discurso en el que se ha congratulado de que "las cosas" hayan cambiado en Euskadi y de que "por fin ETA nos haya dejado en paz", aunque ha subrayado que "no hay que olvidar que todavía no ha entregado las armas".

"Quiero pensar que ese día llegará más pronto que tarde", ha señalado la joven, al tiempo que ha expresado su temor a que "la sociedad olvide a las víctimas del terrorismo".

"Entiendo que el entorno de ETA proteja a los suyos, pero no que algunos que antes estaban con nosotros ahora parezca que están en el otro bando", ha denunciado Sandra Carrasco, quien ha querido dejar claro que ella respeta "todas las opiniones, pero no las comparte" en referencia a "todo lo que se está haciendo".

Ha deseado que todos los ciudadanos sean "capaces de convivir", pero también que "todos respeten el dolor y el sufrimiento de estos años y la memoria de víctimas" como su padre que, según ha recordado, murió entre sus brazos, los de su madre y los de su hermano pequeño que tan solo tenía entonces cuatro años.