El rey pide medidas de crecimiento que compensen la austeridad

El rey Juan Carlos ha pedido medidas de crecimiento que compensen la austeridad, durante su tradicional discurso de Navidad. "Las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana", ha indicado.

El discurso del monarca ha tenido tres ejes: la crisis económica, "la fortaleza de España" dentro de Europa e Iberoamérica o la necesidad de recuperar la confianza en la clase política como "medida para salir de la crisis".

Crisis económica

"La grave crisis económica que atravesamos desde hace unos años ha alcanzado una intensidad, una amplitud y una persistencia en el tiempo que nadie imaginaba", ha dicho el rey Juan Carlos.

Asimismo, ha expresado su preocupación por los jóvenes, de los que ha dicho que "se levantan cada día con sensación de inseguridad y desánimo por la difícil situación de sus economías, la falta de trabajo y las inciertas perspectivas de futuro".

Por otra parte, ha manifestado que "no podemos ignorar que existe pesimismo, y que sus efectos se dejan sentir en la calidad del clima social que vivimos". "Está, además, generando un desapego hacia las instituciones y hacia la función política que a todos nos preocupa", ha agregado.

En palabras del rey, austeridad y crecimiento deben ser compatibles. "Las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana", ha subrayado. También ha indicado que eso debe darse en "un plazo razonable de tiempo", de manera que se asegure "la protección de los derechos sociales, seña de identidad de nuestra sociedad desarrollada".

"Hay estímulos que son creados por medidas de política económica o fiscal, o por políticas de fomento de la innovación o el emprendimiento, pero el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza", ha sentenciado.

Política con mayúsculas

"No todo es economía", ha indicado. Es "consciente" de que en estos momentos la política no vive "sus mejores horas en la percepción de los ciudadanos", y, por ello, ha querido reivindicarla porque "su papel es fundamental en la salida de la crisis".

Ha insistido en reivindicar la política grande, "la que, desde el Gobierno o desde la oposición, fija su atención en el interés general y en el bienestar de los ciudadanos. La que, lejos de provocar el enfrentamiento y desde el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas".

Para conseguirlo, aboga por promover valores como "el respeto mutuo y la lealtad recíproca, valores que hace más de tres décadas contribuyeron a poner en pie un nuevo marco de convivencia, el reconocimiento de nuestra pluralidad y el amparo de las diferentes lenguas, culturas e instituciones de España".

"Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas abiertas", ha subrayado.

Esfuerzo y sacrificio

"La Corona es muy consciente del esfuerzo y el sacrificio que los ciudadanos están llevando a cabo con entereza" ha expresado el rey. "Ningún esfuerzo en la vida es baldío y tampoco lo serán los que se están haciendo ahora", ha asegurado.

En este contexto, ha querido resaltar "la actitud abnegada y leal de las familias y la solidaridad de muchas organizaciones asistenciales" que, con su ayuda, "tanto están contribuyendo a la estabilidad social". También ha querido recordar "el sacrificio de todos los españoles" que dejan ahora el país para "conseguir mejores condiciones de vida para ellos y sus familias".

Por último, ha afirmado que la Navidad simboliza "el triunfo de la generosidad sobre el egoísmo": "Generosidad, solidaridad y compromiso son valores que todos debemos reconocer, conservar y promover siempre y en estos tiempos más que nunca".