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Cumbre europea
La victoria de Trump empuja a Europa a reforzar su defensa y pelear su autonomía global
En la reunión de la Comunidad Política Europea en Budapest, los mandatarios europeos abogan por una Europa que sea una "potencia geopolítica" independiente e influyente en el mundo.
Agencias | EITB MEDIA
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos empuja a los países europeos a potenciar sus propias capacidades de defensa ante el temor de que Washington dé un paso atrás en su apoyo armamentístico y financiero a Ucrania y a acelerar sus esfuerzos para competir en la economía global.
Budapest (Hungría) acogió el quinto encuentro entre los 27 Estados de la Unión Europea y otros veinte países del continente, entre ellos Reino Unido, Ucrania, Turquía, los países de los Balcanes Occidentales o los socios del Cáucaso, que se vio marcado por la victoria de Trump y sus posibles consecuencias para el continente.
En un contexto salpicado por la invasión rusa en Ucrania, las crecientes tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, la pérdida de competitividad de las economías europeas con respecto a estas potencias y desafíos globales como el cambio climático, los europeos ven en el retorno del republicano a la Casa Blanca el último toque de atención para reducir sus dependencias del exterior.
En ese sentido, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, insistió en que Europa debe defender su economía y su modelo democrático y consideró que, con 700 millones de ciudadanos, Europa está en disposición de ser una "potencia geopolítica" plenamente independiente e influyente en el mundo. "Si queremos podemos retomar el control", aseveró.
"Creo que ha llegado el momento de despertar de nuestra ingenuidad geopolítica y de darnos cuenta de que tenemos que comprometer recursos adicionales para poder hacer frente a los grandes retos, a las cuestiones de competitividad y de defensa europea", resumió el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que la UE trabajará en su propia agenda estratégica, aunque está "dispuesta a profundizar sus vínculos con Estados Unidos", y confió en que la nueva administración estadounidense siga comprometida con el apoyo a Ucrania.
El futuro inquilino de la Casa Blanca tiene en Europa uno de sus mejores aliados precisamente en el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anfitrión de la cita, quien en la rueda de prensa tras el encuentro elogió a Trump y aseguró que brindó con vodka tras conocer su victoria.
Orbán, próximo también a Putin, y verso suelto en la UE, aseguró que el cambio de mando en Washington "cierra un capítulo y abre otro nuevo" en lo que respecta a Ucrania, y llamó a Europa a replantearse el alcance de su apoyo a Kiev.
"La gente en Europa cada vez está menos preparada para financiar una guerra que no entiende exactamente, que no entiende su objetivo y que nadie garantiza cuánto tiempo durará", dijo Orbán, reiterando su llamada a un "alto al fuego" en el conflicto como un "primer paso" para lograr la paz.
El primer ministro eslovaco, el populista de izquierdas Robert Fico, también partidario de un alto al fuego, ya ha advertido de que su país no aprobará que Europa asuma "la responsabilidad financiera completa sobre Ucrania".
El discurso de estos mandatarios contrasta con el de la mayoría de socios de la Unión Europea, que desde el inicio de la guerra en 2022 han reiterado que apoyarán a Kiev "tanto tiempo como sea necesario".