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Elecciones en EE. UU.
Los demócratas logran contener el avance de republicanos en el Senado, pero pierden el control del Congreso
La contienda está igualada en el Senado (con 48 escaños por ambas partes), mientras que los conservadores aventajan en 20 delegados a los progresistas en la Cámara de Representantes. No obstante, los resultados descartan la pretendida "ola roja republicana".
Eider Garaikoetxea O. | EITB Media
Euskaraz irakurri: Demokratak Senatuko lehian eusten ari dira, baina Ordezkarien Ganberaren kontrola galdu dute
Estados Unidos (EE. UU.) sigue contando los votos de las elecciones de medio mandato y los primeros resultados apuntan a una victoria de los republicanos en la Cámara de Representantes (Congreso) y una mayor incertidumbre en el Senado, donde el número de representantes demócratas y republicanos está prácticamente igualado.
De hecho, miembros destacados del Partido Republicano ha admitido que los resultados provisionales no cumplen las grandes expectativas previstas —se hablaba incluso de un 'tsunami' rojo—. "Definitivamente no (habrá) una ola republicana, eso está clarísimo", ha dicho el senador conservador Lindsey Graham en la cadena NBC. El color rojo identifica a los republicanos, mientras que el azul es el Partido Demócrata.
Tanto las encuestas como la historia estaban del lado de los conservadores, puesto que es habitual en EE.UU. que el partido de la oposición al presidente consiga grandes logros en los comicios de medio mandato, y aunque la victoria aún podría decantarse del lado republicano, en ningún caso será por un margen aplastante.
Con el escrutinio ya muy avanzado en la mayoría de estados del país, los republicanos se habían asegurado 199 escaños en la Cámara de Representantes y los demócratas, 178, ambos por debajo de la mayoría de 218 necesaria para controlar la Cámara (se renuevan los 435 escaños).
Con los datos de los que se dispone hasta el momento, los conservadores habrían logrado arrebatar cuatro escaños a los progresistas, una cantidad que les acerca al control de la Cámara pero que todavía no es suficiente.
En el caso del Senado (renuevan 35 de los 100 escaños), el escenario está todavía más abierto, puesto que ambos partidos se encuentran prácticamente empatados con 48 senadores para el Partido Demócrata y 48 para el Republicano, con siete escaños todavía en juego, algunos de ellos en estados clave como Georgia, Nevada y Wisconsin.
Los demócratas se hacen con Pensilvania, y acarician la victoria en Arizona
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se ha llevado un verdadero varapalo en Pensilvania, donde los demócratas han ganado a los dos candidatos que Trump había apoyado para la gobernación y para uno de los escaños del estado en el Senado. El actual vicegobernador del estado, John Fetterman, y Josh Shapiro, hasta ahora fiscal general del estado, serán senadores.
Pensilvania es uno de los estados donde más esfuerzo han invertido Biden y Trump: ambos dieron comienzo allí a la campaña electoral en septiembre y el pasado sábado celebraron grandes mítines en ese estado, en un intento por arañar los últimos votos.
Este estado del noroeste está considerado como péndulo y es fundamental para cualquier candidato que quiera hacerse con la Casa Blanca por su peso en el Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente de Estados Unidos.
En Arizona, el recuento va lento (67 % escrutado) pero la gobernadora demócrata Mark Kelly supera por el momento al candidato republicano, Blake Masters. Por contra, los resultados han dado un vuelco en Nevada (80 %), ya que aunque los primeros datos auguraban una victoria demócrata, el conservador Laxalt ha logrado adelantar a la candidata demócrata Cortez Masto.
Georgia, en vilo
Con la mayoría de los votos contados (96 %), el estado sureño tiene el vilo al país por su reñido resultado: de momento, ninguno de los candidatos ha logrado el 50 % de los votos por lo que no puede definirse quién ocupará un escaño del Senado clave. En caso de no conseguir esta porcentaje, ambos aspirantes tendrán que enfrentarse a una segunda vuelta, varios meses más tarde.
Parece que ni el candidato republicano, el exjugador de fútbol americano Herschel Walker (48,8 % de los votos); ni el actual senador demócrata, el reverendo bautista Raphael Warnock (49,1 %), alcanzarán la mitad los votos necesario para hacerse con el cargo.