Internacional -
Reino Unido
Truss, después dar marcha atrás en su plan fiscal: "Sigo decidida a tomar decisiones difíciles"
La primera ministra británica ha animado a las filas conservadoras a unirse "sin más dilación" en torno a su controvertido proyecto económico.
Eider Garaikoetxea O. | EITB Media
Euskaraz irakurri: Truss, zerga erreforma bertan behera utzi ostean: "Neurri gogorrak hartzeko prest jarraitzen dut"
La primera ministra británica, Liz Truss, ha asegurado este miércoles que sigue "decidida a tomar decisiones difíciles", después de que su gobierno se viera obligado a dar marcha atrás en las medidas fiscales anunciadas, que han generado toda una rebelión en las propias filas conservadoras. "En un desafío inmenso pero necesario", ha añadido.
En su discurso de clausura del congreso del Partido Conservador en Birmingham (centro del país), Truss ha defendido su controvertido proyecto económico y ha alentado a la base y los diputados conservadores a unirse "sin más dilación".
La líder conservadora ha afirmado que cuando llegó a Downing Street sintió que "el status quo no era una opción" y ha argumentado que el Partido Conservador siempre será la formación de los impuestos bajos. "De esto trata el conservadurismo; es la fe en la libertad, la justicia y el potencial del pueblo británico", ha puntualizado.
Ha admitido, no obstante, que las decisiones podrían ser "difíciles" y que "no todo el mundo estará a favor", ya que su propuesta pasa por rebajar los impuestos a empresas y al sector financiero y financiar la medida con deuda. Sin embargo, ha sostenido que finalmente "beneficiará a todos" en el Reino Unido.
Su discurso se ha visto interrumpido por la aparición de dos activistas de la organización Greenpeace, que han protestado contra las políticas medioambientales del Gobierno. Las activistas, que han criticado las acciones del Ejecutivo respecto a la práctica del fracking, han portado una pancarta que rezaba "¿quién votó por esto?", si bien han sido expulsadas rápidamente del evento entre abucheos.
Truss ha sido blanco de las críticas en el seno de su propio partido desde que el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, anunciara su controvertido plan. La reforma fiscal planteaba, entre otras medidas, bajar el tramo impositivo más alto del 45 % al 40 % (el que se aplica a las rentas más altas) y erradicar el límite a los bonus que perciben los banqueros. El anunció hizo tambalear los mercados y la libra bajó ante las dudas sobre la capacidad de Londres de asumir la deuda pública generada por la bajada de impuestos.
Según una encuesta de YouGov, la primera ministra cuenta con una menor aprobación que el ex primer ministro Boris Johnson y el antiguo líder de los laboristas Jeremy Corbyn en sus peores momentos.
La situación ha llevado a los conservadores a barajar la posibilidad de reemplazarla en el cargo si sus resultados en las encuestas no mejoran. El martes, el exministro de Transporte Grant Shapps señaló que cuenta con 10 días aproximadamente para "lograr un giro de 180 grados".