Internacional -
EE. UU. y China
Biden reitera el statu quo con Taiwán y Xi le avisa que “no juegue con fuego”
Los presidentes de EE. UU. y China mantuvieron este jueves una llamada telefónica de más de dos horas, la primera desde el pasado marzo, en las que Xi reiteró sus reclamos sobre Taiwán.
Agencias | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Xik “suarekin ez jolasteko” ohartarazi dio Bideni honek Taiwanen statu quo-a nabarmendu ostean
El presidente estadounidense, Joe Biden, reafirmó este jueves su respeto al statu quo de Taiwán en un intento por tranquilizar a China, mientras que su presidente, Xi Jinping, aprovechó para lanzar una dura advertencia a Washington y pedirle que "no juegue con fuego".
Biden y Xi mantuvieron una llamada telefónica de más de dos horas que la Casa Blanca describió como "directa y honesta", mientras que el Ministerio de Exteriores chino la calificó de "franca y profunda".
El Ministerio de Exteriores chino fue el primero en informar del contenido de la conversación, la primera desde marzo, en la que Xi reiteró sus reclamos sobre Taiwán, que Pekín considera parte de su territorio.
Xi, además, rechazó cualquier "injerencia extranjera" pero no hizo ninguna mención al posible viaje a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. Esta aún no ha confirmado el viaje, pero China ya ha advertido que responderá con firmeza a una visita que percibe como una amenaza.
"Jugar con fuego hará que tú mismo salgas ardiendo", avisó el Ministerio de Exteriores en su comunicado, en el que expresó su deseo de que "EE. UU. pueda ver esto claramente".
En la conversación, Xi también reclamó a Biden que acate el principio de "una sola China" que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país y que significa que el único Gobierno chino al que debe reconocer Washington es el que tiene sede en Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
Según un alto funcionario de la Casa Blanca, Biden reiteró en la llamada su respeto a ese principio que hizo que hace casi medio siglo Washington rompiera lazos diplomáticos con Taipei y los estableciera con Pekín. A cambio, entonces, EE. UU. firmó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, que compromete al país con la defensa de la isla, aunque no deja claro si la potencia intervendría en caso de ataque chino.
Esa política de "ambigüedad estratégica" se quebró aparentemente en mayo cuando Biden avisó sobre la posibilidad de una intervención estadounidense si China invadía Taiwán, aunque posteriormente la Casa Blanca intentó dejar claro que no había habido ningún cambio en la política hacia la isla.
En la llamada con Xi, la primera desde ese incidente, Biden procuró calmar los ánimos del gigante asiático y reiterar el respeto de Washington al statu quo.
En concreto, la Casa Blanca explicó que Biden dijo a Xi que la política de EE.UU. no ha cambiado y que su Gobierno sigue oponiéndose "enérgicamente" a cualquier esfuerzo unilateral para "cambiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad" en el estrecho de Taiwán, que separa a China de la isla.