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abusos sexuales en la Iglesia
El papa emérito Benedicto XVI pide perdón por los abusos sexuales pero niega que los encubriera
El papa emérito se defiende de las acusaciones de que tuvo conocimiento de casos de pederastia cuando era arzobispo de Múnich en una carta publicada por el Vaticano.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: Benedikto XVI.ak barkamena eskatu du sexu-abusuengatik, baina ukatu egin du estali izana
El Papa emérito Benedicto XVI ha pedido perdón a las víctimas de los abusos sexuales por los errores cometidos bajo su responsabilidad. Lo ha hecho en una carta publicada este martes por el Vaticano.
Hace unos días, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing, consideró que Benedicto XVI tenía que pedir perdón por su papel en el escándalo de abusos sexuales en la Iglesia alemana y aceptar así su responsabilidad en el encubrimiento de casos.
"Sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón", escribe el Papa emérito en la esperada carta de respuesta al informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania, en el que se afirmaba que estuvo al corriente de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Múnich.
En su escrito Benedicto XVI añade que su dolor es aún mayor porque había "asumido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica". "He aprendido a comprender que nosotros mismos nos vemos arrastrados a esta gran culpa cuando la descuidamos o cuando no lo afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha ocurrido y ocurre con demasiada frecuencia", ha subrayado.
Benedicto XVI debía hoy responder personalmente sobre un caso de abuso sexual tras reconocer que había estado en una reunión en 1980 en la que se trató un caso de abuso sexual cuando era arzobispo de Munich. Una reunión en la que inicialmente dijo a los investigadores alemanes que no había asistido pero que los documentos en posesión desmintieron.
Un informe publicado en enero sobre abusos en la arquidiócesis de 1945 a 2019 dijo que el entonces cardenal Joseph Ratzinger no tomó medidas contra los clérigos en cuatro casos de presuntos abusos cuando fue arzobispo de Munich entre 1977 y 1982 y Ratzinger tuvo que reconocer que estuvo en esa reunión asegurando a los investigadores que su negación inicial "fue el resultado de un descuido en la edición de la declaración" y "no se hizo de mala fe".