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Elecciones en Chile
La izquierda gobernará en Chile de la mano de Gabriel Boric
Boric ha obtenido el 55,7 % de los votos, frente al 44,27 % de su contrincante ultraderechista José Antonio Kast. El diputado de 35 años se convertirá en el mandatario más joven de Chile, y se define como ecologista, feminista y regionalista.
O.P. | Eitb Media
Euskaraz irakurri: Gabriel Boric ezkertiarrak gidatuko du Txile datozen urteotan
El diputado de izquierda Gabriel Boric, abanderado del Frente Amplio y el Partido Comunista, ha ganado las elecciones presidenciales de Chile al obtener el 55,7 % de los votos con el 92 % de las mesas escrutadas. Su contrincante, el abogado ultraderechista José Antonio Kast, que se impuso que se impuso en la primera vuelta del 21 de noviembre con solo 2 puntos de ventaja, ha obtenido finalmente el 44,27 % de los votos en segunda vuelta, una de las mayores diferencias en un balotaje en la historia reciente de Chile.
"Seré el presidente de Chile de todos los chilenos y chilenas, no gobernaré solo entre cuatro paredes", ha asegurado Boric durante una llamada telefónica televisada con el mandatario saliente, el conservador Sebastián Piñera.
Kast, por su parte, ha reconocido con poco más de la mitad de las mesas escrutadas la victoria del exlíder estudiantil. "Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero", ha escrito en su cuenta de Twitter.
Diputado de 35 años y antiguo líder estudiantil, Boric, que se convertirá en marzo de 2022 en el mandatario más joven de la historia reciente de Chile, se define como ecologista, feminista y regionalista y quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.
Boric ha asegurado recibir el mandato "con humildad" y ha manifestado en un acto ante sus seguidores que "la esperanza ha ganado al miedo", y el país está "ante un cambio de ciclo histórico" que su próximo Gobierno "no puede desaprovechar".
Ha abogado por la "cohesión social" para un "desarrollo verdadero y sostenible", por el "respeto a los derechos humanos", las mujeres, las "disidencias y las diversidades", una salud "que no discrimine entre ricos y pobres", "pensiones dignas", facilidad de acceso a la vivienda y los servicios básicos y el fortalecimiento de la educación pública.
También ha tenido palabras para el narcotráfico y la violencia, a los que quiere combatir, y el cambio climático, al que también dará pelea porque "no es una invención".
Su victoria ha sido celebrada por cientos de miles de personas en el centro de Santiago.
Será el presidente más izquierdista desde el Gobierno del derrocado Salvador Allende (1973-1990) y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.