Internacional -
Análisis
Siria camina hacia el abismo
Ya no es descartable una guerra civil en toda regla, como la que vivió el vecino Líbano entre 1975 y 1990.
Jesús Torquemada
La situación en Siria está adquiriendo un aspecto muy peligroso. Ya no es descartable una guerra civil en toda regla, como la que vivió el vecino Líbano entre 1975 y 1990.
La ciudad siria de Homs ya ha sufrido un asedio similar al que soportó Beirut. Las matanzas de civiles, incluidos niños y mujeres, como la conocida ayer, son espeluznantes.
El Gobierno está utilizando toda su capacidad represiva, mientras la principal fuerza de la oposición, el Ejército Libre de Siria, está esperando el suministro de armas por parte de algunos países árabes.
Y empieza a haber episodios de violencia sectaria, de suníes contra alauíes, con lo cual el parecido con Líbano es cada día mayor. Ni la diplomacia ni las presiones internacionales parecen capaces de frenar el conflicto.
El enviado especial de la ONU, Kofi Annan, ha fracasado en su visita a Damasco. Las sanciones económicas y políticas que han impuesto a Siria los europeos, los árabes y los estadounidenses no van a obligar al presidente sirio, Bashar El Assad, a marcharse.
Si miramos a la historia reciente, prácticamente ningún gobierno ha caído como consecuencia de sanciones externas. Y una intervención militar extranjera en Siria es imposible en estos momentos. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene las manos atadas porque Rusia y China impiden que se apruebe una resolución contundente contra Siria. Y sin esa resolución, nadie se va a atrever a meterse en el avispero de Siria.