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Análisis
Berlusconi y el cántaro que no se rompe
El primer ministro italiano ha recurrido otra vez a la moción de confianza, la número 52, que se votará mañana. La decisión final está en manos de la Liga Norte.
Jesús Torquemada
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha perdido 91 votaciones parlamentarias en tres años y medio. La que perdió ayer fue una de las más gordas, puesto que se trataba de la aprobación de las cuentas del Estado, y el Parlamento las echó atrás. Y, pese a esas cifras, Berlusconi sigue en el poder. Lo ha conseguido gracias a presentar una moción de confianza nada menos que 51 veces, todo un récord.
La moción de confianza consiste en que los diputados tienen que decirle sí o no a Berlusconi; y claro, los diputados de los partidos que forman la coalición gubernamental acaban siempre diciéndole que sí, porque si no, hay que adelantar las elecciones y pierden su trabajo.
Se permiten el lujo de abstenerse o de votar que no cuando se trata de aprobar alguna ley, pero no se atreven a echar a Berlusconi. Así que el primer ministro ha recurrido otra vez a la moción de confianza, la número 52.
Como de costumbre, la decisión final está en manos de la Liga Norte. Ese partido, que defiende separar el Norte de Italia del Sur, está del lado de Berlusconi porque éste le ha dado bastante poder. Y la Liga Norte cree que con un nuevo Gobierno formado por el centro y la izquierda se quedaría sin ese poder. Por eso le sostiene una y otra vez.
En estos casos, siempre se repite ese refrán de que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Berlusconi ha conseguido lo imposible: que no se rompa 51 veces.