Internacional -
Conflicto
Temor generalizado a una escalada de tensión tras el asesinato del comandante iraní
Francia y Rusia han alertado de que la acción de EE. UU. "puede agravar seriamente la situación" en Oriente Medio. "El mundo no puede permitirse otra guerra en el golfo" Pérsico, ha alertado la ONU.
Agencia | Redacción
Euskaraz irakurri: Soleimaniren hilketak tentsioa areagotuko duen beldur dira nazioarteko agintariak
El asesinato del poderoso comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní, en un ataque de Estados Unidos ha generado este viernes preocupación y un temor generalizado a una mayor escalada de la tensión de consecuencias difíciles de predecir en la convulsa zona de Oriente Medio.
"El mundo no puede permitirse otra guerra en el golfo" Pérsico, ha alertado el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha defendido una reducción de la tensión en la región y ha considerado que "este es un momento en el que los líderes del mundo deben ejercer la máxima contención".
En medio de las promesas del líder de Irán, Alí Jameneí, y el dirigente del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, de que habrá venganza por la muerte de Soleimaní y las amenazas de una "respuesta rápida y directa" de los rebeldes hutíes del Yemen contra Estados Unidos, la comunidad internacional comparte en líneas generales su preocupación por lo ocurrido y sus eventuales consecuencias.
Así, los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Rusia, Vladímir Putin, han alertado de que la acción de Estados Unidos "puede agravar seriamente la situación" en Oriente Medio.
Previamente Moscú había dado un paso más allá, al calificar el ataque de "paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región", y de "corto de miras" y con "consecuencias muy negativas para todo el sistema de seguridad internacional" el "asesinato" del general iraní, quien, recordó, ordenó combatir al Estado Islámico (EI) mucho antes de que Washington creara la coalición internacional contra el terrorismo yihadista.
Por su parte, el Reino Unido ha instado a "todas las partes" a rebajar la tensión, pues "un conflicto mayor no es de nuestro interés", mientras Italia ha subrayado que "no se deben escatimar esfuerzos para asegurar una distensión y la estabilidad. Nuevos focos de tensión no son de interés para nadie y podrían acabar siendo un terreno fértil para el terrorismo y el extremismo violento".
En esa línea, el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, ha pedido evitar a toda costa una escalada de la violencia en Irak y poner fin a las provocaciones y represalias en ese país.
Mientras tanto, en Oriente Medio las reacciones son encontradas: ante las condenas de países como el Líbano o Siria al ataque, Israel ha apoyado a EE.UU. y las naciones suníes han guardado silencio o han hecho llamamientos a la contención.