Internacional -
Análisis
Gadafi acusado de crímenes de guerra
Según el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Gadafi habría autorizado a sus hombres a usar la violación de mujeres como arma de guerra.
Jesús Torquemada
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, ha abierto una nueva vía para perseguir al líder libio, Muammar El Gadafi. Según explicó ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Gadafi habría autorizado a sus hombres a usar la violación de mujeres como arma de guerra, e incluso habría distribuido medicinas tipo Viagra entre sus soldados.
La acusación no es nueva. Hasta ahora, parecía más bien una invención de los rebeldes dentro de la guerra de propaganda que se libra en el conflicto libio. Como cuando Gadafi dijo que a los jóvenes que protestaban contra él “les habían echado droga en el Nescafé”.
Sin embargo, el hecho de que la Corte Penal Internacional haya decidido investigar el asunto significa que hay indicios de que Gadafi ha querido usar la violación de mujeres como arma de guerra. No sería, ni mucho menos, la primera vez.
En casi todas las guerras ha ocurrido eso, y además no hay que ir muy lejos ni en el tiempo ni en el espacio: pasó en la guerra de Bosnia, hace quince años en Europa. La novedad es que es la primera vez que la Corte Penal Internacional podría sentar a un dirigente de un país en el banquillo por este crimen.
La Corte Penal Internacional considera que la violación, la esclavitud sexual, la prostitución, la esterilidad y los embarazos forzados, si se cometen de forma sistemática, son crímenes contra la humanidad.
El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, ha abierto una nueva vía para perseguir al líder libio, Muammar El Gadafi. Según explicó ayer ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Gadafi habría autorizado a sus hombres a usar la violación de mujeres como arma de guerra, e incluso habría distribuido medicinas tipo Viagra entre sus soldados. La acusación no es nueva. Hasta ahora, parecía más bien una invención de los rebeldes dentro de la guerra de propaganda que se libra en el conflicto libio. Como cuando Gadafi dijo que a los jóvenes que protestaban contra él “les habían echado droga en el Nescafé”. Sin embargo, el hecho de que la Corte Penal Internacional haya decidido investigar el asunto significa que hay indicios de que Gadafi ha querido usar la violación de mujeres como arma de guerra. No sería, ni mucho menos, la primera vez. En casi todas las guerras ha ocurrido eso, y además no hay que ir muy lejos ni en el tiempo ni en el espacio: pasó en la guerra de Bosnia, hace quince años en Europa. La novedad es que es la primera vez que la Corte Penal Internacional podría sentar a un dirigente de un país en el banquillo por este crimen.La Corte Penal Internacional considera que la violación, la esclavitud sexual, la prostitución, la esterilidad y los embarazos forzados, si se cometen de forma sistemática, son crímenes contra la humanidad.