Internacional -
Acusado de abusos sexuales
Strauss-Kahn se declara 'no culpable' de todos los cargos
El exdirector del FMI ha negado los delitos que se le imputan en la vista que ha tenido lugar este lunes en el Tribunal Supremo de Nueva York. Podría ser condenado hasta a 74 años de prisión.
Redacción
El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn se ha declarado este lunes no culpable de todos los cargos de los que ha sido acusado ante el Tribunal Supremo de Nueva York. El exdirector gerente del FMI ha llegado al tribunal neoyorquino con traje y corbata oscuros y acompañado de su mujer y sus abogados. Ha subido las escaleras hasta su entrada en medio de una gran expectación periodística. Asimismo, se han oído gritos de un grupo de empleadas de hotel como su presunta víctima.
"Avergüénzate!", le han espetado el grupo de mujeres vestidas con el uniforme habitual de las empleadas del servicio de habitaciones de los hoteles y compañeras de profesión de su presunta víctima.
En caso de ser considerado culpable, Strauss-Kahn deberá enfrentarse a una pena de 74 años de prisión.
Strauss-Kahn está acusado de intento de violación, abuso sexual, retención ilegal y tocamientos forzosos a una empleada del hotel Sofitel de Nueva York, donde se hospedaba a mediados de mayo. Fue puesto en libertad tras pagar una fianza de un millón de dólares. Asimismo, tuvo que pasar cuatro noches en la prisión de Rikers Island para después ser trasladado a un apartamento ubicado en la zona neoyorquina de TriBeCa.
Durante la vista de este lunes, la defensa tiene previsto solicitar a la fiscalía la información de la que dispone hasta la fecha y entre las que se incluyen informes científicos o declaraciones de la presunta víctima, según una fuente cercana al caso citada por la CNN.
Los abogados de Strauss-Kahn han denunciado que parte de esta información ya se ha filtrado a los medios, lo que pone en cuestión el "derecho a un juicio justo" del imputado. La defensa ha llegado a amenazar con filtrar información que perjudicaría "gravemente" tanto la profesionalidad de las investigaciones como la "credibilidad" de la denunciante.