Putin promete castigar a los culpables del trágico incendio de Siberia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha denunciado conductas de "negligencia criminal" en el incendio de centro comercial siberiano. Asimismo, ha prometido castigar a quienes tengan alguna responsabilidad en la tragedia donde murieron al menos 64 personas, 41 de ellas niños.

Putin depositó flores junto al centro comercial devastado por el incendio, mientras miles de personas se congregaban en la plaza de los Soviets para pedir la dimisión de las autoridades locales y regionales. "No tengáis la menor duda: todos los culpables serán castigados", prometió Putin en una reunión con el alcalde de la ciudad y con un grupo de ciudadanos que actuaba en representación de las personas que se manifestaban en la plaza.

En la reunión, Putin cuestionó el estado del edificio. Iliá Serediuk, alcalde de la ciudad, contestó que el inmueble fue entregado en 2014, cuando él aún no había asumido el cargo, aunque admitió que la última inspección a la que fue sometido el edificio se realizó en 2016.

En el encuentro, Putin también aseguró que no tiene sentido cuestionar la veracidad de las cifras oficiales de fallecidos, y aconsejó no dar crédito a las informaciones que se difunden en las redes sociales.

A medida que se van conociendo detalles de la tragedia, la indignación popular va en aumento, y es que, según la investigación, un cortocircuito fue el causante del incendio. Además, los investigadores establecieron que el sistema de alarma antiincendios del centro comercial llevaba varios días desconectado y que las puertas de los dos cines situados en su cuarta planta se hallaban bloqueadas en el momento del siniestro.

Alexandr Bastrikin, presidente del Comité de Instrucción de Rusia, informó a Putin de que nada más declararse el incendio la mayor parte del personal del centro comercial huyó, abandonando a su suerte a niños y adultos. Según Bastrikin, los primeros en salir corriendo fueron los responsables de la seguridad del edificio.

Alexandr Bastrikin, presidente del Comité de Instrucción de Rusia, informó a Putin de que nada más declararse el incendio la mayor parte del personal del centro comercial huyó, abandonando a su suerte a niños y adultos. Según Bastrikin, los primeros en salir corriendo fueron los responsables de la seguridad del edificio.

Putin ordenó prestar todo tipo de asistencia a los familiares de las víctimas y a los heridos en el incendio. Este ha sido el siniestro más grave ocurrido en el país desde 2009, cuando 153 personas murieron en el incendio de un club nocturno en la ciudad de Perm.