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EE. UU. pide a Israel que dé "pasos difíciles" en el proceso de paz

Obama y Netanyahu se han reunido en la Casa Blanca durante hora y media, pero a puerta cerrada, lo que indica que las tensiones continúan por la construcción de más asentamientos en Jerusalén.

Redacción

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El presidente de EE. UU., Barack Obama, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, han abordado en una reunión a puerta cerrada los desacuerdos en la relación bilateral.

La reunión en el comedor del Despacho Oval, sin presencia de la prensa, comenzó pocos minutos después de las 17:30 horas locales (22:30 en Euskadi), cuando un serio Netanyahu llegó a la Casa Blanca en su automóvil oficial sin saludar a los fotógrafos que le aguardaban.

El encuentro concluyó una hora y media más tarde, sin que hasta el momento hayan trascendido los detalles de la conversación.

La entrevista entre los dos mandatarios se produce en medio de tensiones en la relación entre los dos tradicionales aliados, a raíz de que Israel anunciara hace dos semanas la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Ramat Shlomo, en Jerusalén este, en plena visita del vicepresidente Joe Biden.

Además, desde Jerusalén, los medios israelíes informaban hoy de la aprobación de otras veinte nuevas viviendas en Jerusalén este, en un aparente nuevo desafío al Gobierno estadounidense.

Hasta el momento, el presidente estadounidense se había mantenido por encima de la disputa, que enfrentó de modo muy poco diplomático a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, con Netanyahu en una conversación telefónica. No obstante, el hecho de que el encuentro se haya celebrado a puerta cerrada indica que las tensiones continúan.

Washington ha pedido al Gobierno israelí que dé "pasos difíciles" para lograr la reanudación de las negociaciones de paz con los palestinos -pospuestas de nuevo tras el anuncio de las nuevas viviendas- y que suspenda la expansión de los asentamientos.

Pero la pasada noche, Netanyahu afirmó en un discurso ante AIPAC, el principal lobby judío en Washington, que "el pueblo judío construía Jerusalén hace 3.000 años y el pueblo judío construye Jerusalén hoy. Jerusalén no es un asentamiento. Es nuestra capital".

Por su parte, en otro discurso ante la misma audiencia, Clinton había denunciado que la construcción de nuevas viviendas "socava" la credibilidad de Estados Unidos como un mediador creíble.

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