Internacional -
Análisis
Sigue la colonización israelí en Cisjordania
Los asentamientos, como se les llama, son auténticas ciudades, con todo tipo de servicios. La mayoría son pequeñas, pero varias tienen ya en torno a 50.000 habitantes y están previstas para 100.000.
Jesús Torquemada
La construcción de ciudades exclusivas para israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania se ha convertido en uno de los principales obstáculos para la paz con los palestinos.
Conviene aclarar que los asentamientos, como se les llama, son auténticas ciudades, con todo tipo de servicios. La mayoría son pequeñas, pero varias tienen ya en torno a 50.000 habitantes y están previstas para 100.000. Y cumplen una función de colonización: los palestinos son expulsados de sus tierras y sobre ellas se edifican estas ciudades, que luego se rodean con un muro para impedir que los palestinos puedan entrar en ellas. En otras palabras, que cada día se quita más territorio a los palestinos.
Unos 300.000 israelíes viven ya en Cisjordania en estas colonias. Para construir un Estado palestino viable, esos israelíes deberían ser evacuados, pero basta con visitar alguna de esas colonias, como Ma’ale Adumim, al lado de Jerusalén, para darse cuenta de que no tienen ninguna intención de marcharse nunca.
El pasado noviembre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le prometió a Obama que no iba a construir más casas en esas colonias durante diez meses. Pues bien, sólo cuatro meses después de su promesa, Netanyahu la incumple. Y lo hace cuando está allí de visita Joe Biden, el vicepresidente estadounidense. Un auténtico bofetón a Washington, que se supone que es el mejor amigo de Israel.
Ante eso, Biden ha tenido que expresar su condena verbal, qué menos, pero no parece que Obama vaya a ir más lejos. Tuvo la oportunidad de demostrarle a Netanyahu quién manda en noviembre, cuando exigió la paralización de las colonias. No lo hizo entonces, se conformó con aquella promesa, y los israelíes ya le han tomado la medida.
Lamentablemente, ni en Palestina ni en Israel hay ya muchas esperanzas de que Obama sea capaz de desbloquear el conflicto.