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Reportaje
Lur Atxesburu: 'Turquía activó una operación de guerra en Kurdistán'
El brigadista vasco de Komite Internazionalistak ha permanecido durante 20 días en el Kurdistán turco junto a otras dos personas, y nos ha contado lo vivido allí.
Onintza Aiestaran | EITB.EUS
La situación se ha complicado bastante en el Kurdistán en los últimos meses, sobre todo, desde que el Gobierno turco iniciara una ofensiva contra los kurdos. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) dio por finalizado el 25 de julio de 2015 el alto el fuego unilateral que fue declarado en marzo de 2013. Aun así, para entonces ya era difícil la relación entre Turquía y los kurdos.
En las elecciones al Parlamento turco celebradas el 7 de junio de 2015 el partido del presidente Tayyir Erdogan, Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), perdió la mayoría absoluta pese a que ganó las elecciones. El ganador principal de las elecciones fue el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), partido pro-kurdo que aglutina organizaciones de izquierdas y progresistas; y es que con el 13% de los votos logró entrar en el Parlamento turco y acabar con la mayoría absoluta del presidente Erdogan. Tras las elecciones, el Gobierno turco comenzó una dura ofensiva contra los territorios kurdos en Turquía, Iraq y Siria.
Kurdistán es una nación sin Estado que está repartida en 5 Estados: Turquía, Siria, Iraq, Irán y Armenia.
Mapa de Kurdistán.
El brigadista vasco de Komite Internazionalistak, Lur Atxesburu, ha permanecido durante 20 días en el Kurdistán turco junto a otras dos personas y en una entrevista ofrecida a eitb.eus nos ha contado lo vivido in situ.
Según Lur Atxesburu, él mismo ha sido testigo de la "operación de guerra"–ataque político y militar- iniciada por el Gobierno turco en Kurdistán. "A lo largo y ancho de Turquía han atacado alrededor de 300 sedes del partido PKK y también han arremetido contra barrios kurdos. Por ejemplo, en Estambul mataron a un joven kurdo en una parada de autobús, simplemente porque estaba hablando en kurdo", ha denunciado. A pesar de que los ataques se han perpetrado en toda Turquía, los enfrentamientos más duros se han registrado en la capital del norte de Kurdistán (Kurdistán turco), Diyarbakir, y en la ciudad fronteriza con Siria e Iraq, Cizre.
Después de la ruptura del alto el fuego, una serie de barrios y ciudades del Kurdistán turco han declarado una autonomía tras así decidirlo en asambleas ciudadanas. Así, el Casco Antiguo de Diyarbakir (el barrio Sur) y la ciudad de Cizre han sido algunos de los enclaves en los que se ha declarado la autonomía. La Policía turca y la Armada han entrado en ambos sitios y, además de realizar operaciones militares, han establecido el toque de queda durante unos días. Lur Atxesburu ha conocido especialmente la situación de Diyarbakir, y ha subrayado que se respira un ambiente de gran tensión, sobre todo, en el barrio Sur: "Hay muchos policías y militares a las afueras (del barrio Sur), pero los vecinos han levantado barricadas para que éstos no entren y, en principio, no acceden adentro". En cualquier caso, antes de que los brigadistas vascos llegarán a Diyarbakir han decretado el toque de queda en el barrio Sur y ha habido duros enfrentamientos; de hecho días más tarde Lur Atxesburu y el resto de brigadistas vascos han visto los restos de balas y varios edificios quemados. Por otra parte, Atxesburu ha resaltado los duros momentos vividos estos últimos días en la ciudad de Cizre, donde durante 8 días ha imperado el toque de queda y la ciudad ha estado sitiada. Es más, denuncia la muerte de unas 30 personas en Cizre.
REFUGIADOS
Si bien es cierto que los brigadistas no han salido del territorio turco, también han visitado la ciudad de Suruç que se encuentra a apenas 45 kilómetros de la frontera con Siria. Allí, han sido testigos de los miles de refugiados que huyen de la guerra siria. Suruç se encuentra muy cerca del distrito de Kobani y, según Lur Atxesburu, últimamente han llegado allí miles de refugiados. Además, ha denunciado que el Gobierno turco ha cerrado la frontera con Kobani y que no hay forma de llevar ayuda humanitaria a Siria.
Además de en Siria, también necesitan ayuda los refugiados que llegan a Turquía. El Gobierno turco ha organizado algunos campos de refugiados, pero en ellas solo podían entrar los suníes. Por lo tanto, el Ayuntamiento de Suruç y los movimientos kurdos han tenido que levantar otros campamentos.
El campamento de Shahid Jalhad en Suruç. Foto: Lur Atxesburu
Los refugiados que residen en los campamentos han relatado a Atxesburu que la situación que viven allí es "desesperante": por una parte, porque ven muy difícil volver a las ciudades de origen que en la mayoría de los casos están destruidas; por otra parte, porque se les está agotando el dinero. En los campamentos impera un círculo económico cerrado donde los refugiados solo pueden comprar en las tiendas organizadas por el Gobierno turco. Empujados por una rutina sin salida y la desesperación, muchos de los que vivían en los campamentos han decidido partir a Europa o volver a Siria.
En palabras del brigadista del Komite Internazionalistak, a los sirios les llama la atención cómo está abordando Europa la crisis de los refugiados. "Les llama la atención que una ciudad de 50.000 habitantes como Suruç sea capaz de dar cobijo a 250.000 refugiados y que el reparto de 120.000 refugiados sea un problema para la Unión Europea", ha añadido. En este sentido, Atxesburu reclama ir hasta el núcleo del problema: "Se critica la llegada de refugiados, pero no se observa qué es lo que motiva que miles y miles de personas dejen atrás sus casas y su país".
El campamento de Shahid Jalhad en Suruç. Foto: Lur Atxesburu.
ESTADO ISLÁMICO
En opinión del brigadista vasco Lur Atxesburu, no se nota la presencia del Estado Islámico en Turquía. Sin embargo, considera que el Gobierno turco coincide con el Estado Islámico, tanto en ideología como en la práctica. Hace poco, por lo visto el Estado Islámico amenazó por escrito a Turquía. No obstante, Atxesburu cree que si observamos el testo enviado por el Estado Islámico es visible que hacen las mismas reivindicaciones: Que Turquía no se convierta en un estado laico y que no ceda en nada ante los kurdos. Es más, cree que ambos tienen un enemigo común: "Un mismo enemigo, una misma visión ideológica. Puede ser que el Gobierno turco no haga una reivindicación tan fuerte como el Estado Islámico, aunque son cercanos". Por otra parte, ha denunciado que mientras el Ejecutivo de Erdogan bombardeaba a los kurdos, a su vez, "ayudaba" al Estado Islámico.
Pese a todo, Atxesburu ve rayos de esperanza: "Aunque vivan en una situación de guerra, los kurdos tienen voluntad de seguir adelante, y existe una gran pasión entre los movimientos sociales y políticos kurdos por construir una nueva sociedad diferente".