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Producción nuclear
Irán y las negociaciones nucleares; 10 años de desencuentros
El país ha mantenido desde 2005 un tenso pulso con la comunidad internacional; Irán ha defendido su derecho a enriquecer uranio y la ONU le ha pedido siempre transparencia e inspecciones.
Iker González | eitb.eus
En 2005, Organismo Internacional de Energía Atómica -OIEA- pide a Irán que informe sobre su programa de enriquecimiento de uranio que lleva en producción desde al menos 2002, cuando reconoció que lo tenía en marcha.
El hecho de enriquecer uranio no incumple el Tratado de No proliferación de Armas Nucleares de 1968, pero, de acuerdo a dicho tratado, la OIEA debe hacer inspecciones "sobre el terreno para asegurarse de que los materiales nucleares sólo se utilizan con fines pacíficos", según explica la ONU.
En 2006, El Consejo de Seguridad de la ONU decide, por unanimidad, imponer sanciones a Irán ante su negativa a abandonar su programa nuclear. Según la resolución 1737 Irán debía inmediatamente “suspender todas sus actividades nucleares sensibles en términos de proliferación”.
En 2007, el presidente, Mahmud Ahmadineyad, anunció en Natanz el inicio del enriquecimiento de uranio a escala industrial.
"El Consejo de Seguridad ha actuado en varias ocasiones para imponer y ampliar sanciones al Irán, lo que ha tenido escaso efecto disuasorio. El Irán, que es parte en el TNP, insiste en que está produciendo uranio únicamente para generar energía nuclear, derecho que le confiere el TNP", dice un estudio de la ONU de 2009.
Ya en 2012, la Europa de los Veintisiete aprueba el embargo a las exportaciones de crudo iraní, tanto a las importaciones de petróleo como a sus derivados. Irán responde que "las sanciones de la Unión Europea sobre el petróleo iraní son una guerra psicológica. (…) Imponer sanciones económicas es ilógico e injusto, pero no va a lograr que nuestro país renuncie a sus derechos".
Al año siguiente, en 2013, Hasan Rohani es elegido presidente de Irán, sucediendo a Ahmadineyad. Rohaní, tras tomar posesión de su cargo, anunció que aplicará cambios en la política exterior y una actitud "constructiva de interacción con el mundo".
Ese mismo año, meses después, Irán se comprometió a reforzar la colaboración con los inspectores de la ONU que supervisan su programa atómico. El acuerdo era independiente de las conversaciones nucleares con las potencias y, gracias a él, el país islámico abrió las puertas de varias instalaciones que hasta ahora tenían vedadas.
Tras ese gesto, en enero de 2014, Irán dejo de ser excluido de las potencias mundiales, tras confirmar "la OIEA que, a 20 de enero de 2014, Irán (…) había dejado de enriquecer uranio por encima del 5%". Como consecuencia, la UE, a su vez, suspendió parte de las sanciones que había impuesto años antes al Gobierno de Teherán.
El último proceso de negociación comenzó en julio del pasado año entre Irán y los 5+1 (Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -EE UU, Rusia, Francia, China, Reino Unido- y Alemania). En Noviembre acordaron prorrogarlo hasta el 30 de junio y, a su vez, del pasado junio hasta la fecha del anuncio del acuerdo.
Foto de familia tras anunciar el acuerdo, el 14 de julio de 2015. Foto: EFE