Internacional -
Análisis
Dos claros vencedores y muchos perdedores
Los nacionalistas escoceses pueden hacer lo que les dé la gana en Escocia y Cameron roza la mayoría absoluta. Todos los demás partidos sufren derrotas humillantes.
Jesús Torquemada
Después de tanta expectación, las elecciones británicas dejan dos claros vencedores y un rosario de perdedores. Los ganadores son el Partido Nacional Escocés y el Partido Conservador. Los nacionalistas escoceses se quedan con casi todos los escaños que le corresponden a Escocia en el Parlamento de Westminster. Con este resultado, pueden hacer lo que les dé la gana en Escocia, incluso plantearse la posibilidad de convocar otro referéndum de independencia en un futuro no muy lejano. Y, además, los nacionalistas escoceses pueden influir decisivamente en la política del Reino Unido.
Pero puede que ni haga falta que usen esa influencia, porque el Partido Conservador de David Cameron roza la mayoría absoluta. Le basta el apoyo de los unionistas de Irlanda del Norte, por ejemplo, para poder gobernar.
Todos los demás partidos sufren derrotas humillantes. Los laboristas se quedan muy por debajo de lo que esperaban. Los liberaldemócratas casi desaparecen. Y el UKIP, el partido ultranacionalista y ultraderechista, solo consigue una presencia testimonial en Westminster. Ahí está precisamente una de las claves de la victoria de Cameron: que ha conseguido evitar que se le vayan votos por la derecha, a costa de derechizar aún más su programa, naturalmente.