Internacional -
Análisis
Fanatismos y terrorismos
Al Qaeda cree que no es momento para implantar el califato, que las sociedades árabes no están preparadas aún, luego hay que seguir con el terror para domesticar al pueblo, esa es su táctica.
Ana Aizpiri | ETB
El ataque contra el 'Charlie Hebdo' da escalofríos y replica el viejo recurso de los terroristas: matar al mensajero. Si no les gusta la terminología de la noticia o del artículo, los trazos o los bocadillos de la viñeta, a los terroristas no les tiembla el pulso y aprietan el gatillo.
Dos siglas aparecen vinculadas a los ataques de París, AQPA ( Al Qaeda en la Península Arábiga ) y EI ( Estado Islámico). Primero surgió la red Al Qaeda liderada por el saudí Osama Bin Laden y, pocos años después de la invasión militar de Irak por los ejércitos de EEUU y del Reino Unido, nació el Estado Islámico de Irak, convertido en la presente década en ISIS, Estado Islámico de Irak y el Sham ( sham, equivalente árabe del Levante, la Gran Siria ).
Las dos organizaciones beben de la misma fuente ideológica, la del salafismo yihadista, una interpretación extremadamente rigorista y obsoleta del islam unida al afán guerrero para lograr su objetivo político, hacerse con el poder y establecer el califato, sin escatimar el sufrimiento colectivo, eliminando a quien les critica o no piensa como ellos, pues son ellos, sostienen los yihadistas, los musulmanes más puros.
Al Qaeda cree que no es momento para implantar el califato, que las sociedades árabes no están preparadas aún, luego hay que seguir con el terror para domesticar al pueblo, esa es su táctica. Con singular audacia, en verano de 2014, el Estado Islámico de Iraq y el Sham proclamó el Califato Islámico en una zona transfronteriza entre Irak y Siria. Ese califato es, de facto, una entidad supranacional que emplaza a todos los musulmanes, no sólo a los árabes, a unirse a la nueva sociedad musulmana califal. Diferentes ramas de Al Qaeda y grupos disidentes de sus filiales territoriales han saludado el salto dado por el EI mediante el juramento de lealtad.