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Colombia
Las FARC defienden su 'derecho a hacer prisioneros' si no hay tregua
El comandante de las FARC-EP, Ricardo Téllez, espera que desde Europa surjan "apoyos significantes" al proceso de paz de Colombia, sin que haya "más retrasos".
Redacción
El comandante de las FARC-EP y miembro de la delegación negociadora del proceso de paz de Colombia, Ricardo Téllez, ha defendido "el legítimo derecho" del grupo guerrillero a hacer "prisioneros de guerra" si se mantienen "las acciones ofensivas" contra ellos. Además, espera que desde Europa surjan "apoyos significantes" al proceso de paz de Colombia, sin que haya "más retrasos".
En un vídeo remitido por las FARC al Encuentro Internacional de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, que se celebra en Donostia-San Sebastián, organizado por la Fundación Cultura de Paz, Mundubat y Lokarri, Téllez afirma que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia aspiran a que, "en pocos días, se hayan generado las condiciones para poner en libertad" al general Rubén Darío Alzate, y a otras dos personas que fueron secuestradas.
En este sentido, recuerda que tras dos años de diálogo en La Habana (Cuba), se han suspendido las conversaciones del proceso "por una insensatez" del Gobierno, "que, al tiempo que expresa tener voluntad de paz, declaran la guerra sin cuartel como escenario en el que se debe conversar".
“Una posición absurda”
Sin embargo, señala que el Ejecutivo "no soporta", que, "en medio de la confrontación, se toquen sus generales y soldados, una absurda posición" que tienen que "lidiar sin renunciar al legítimo derecho de hacer prisioneros de guerra, mientras se mantengan las acciones ofensivas contra nuestras Fuerzas y el pueblo que nos apoya".
Téllez asevera que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tratan de que los postulados del acuerdo de agosto de 2012 "logren materializarse en compromisos ciertos de gobierno que satisfagan las aspiraciones y necesidades de desarrollo humano integral, y del bienestar colectivo".
Téllez asegura que han estado abordando asuntos que apuntan a tomar medidas "que den pasos a la cesación del fuego y hostilidades y observando caminos que conduzcan a la dejación de las armas" que, para ellos, significa "la no utilización de éstas en política; todo dentro de compromisos bilaterales que implique también la desmilitarización de la sociedad y del Estado".