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Cameron, el inglés que dará más autonomía a Escocia
Tras el triunfo del ‘no’ en el referéndum, el primer ministro británico ha asegurado que cumplirá en su "totalidad" con la promesa de entregar más autonomía a Escocia.
Redacción
El primer ministro británico, David Cameron, prototipo del inglés defensor de las tradiciones, será finalmente quien otorgue más autonomía a Escocia tras el rechazo a la independencia. Tras el resultado del referéndum en Escocia, Cameron ha asegurado este viernes que cumplirá en su "totalidad" con esa promesa.
Nacido en Londres el 9 de octubre de 1966, Cameron procede de una familia aristocrática y sus antepasados estaban emparentados con el rey Guillermo IV (1765-1837) de Inglaterra, aunque sus raíces paternas proceden del condado escocés de Aberdeenshire.
Tras pasar por el colegio secundario de Eton, a las afueras de Londres, Cameron estudió Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford. Después de graduarse, trabajó como administrativo en una empresa de Hong Kong, donde estuvo apenas tres meses antes de volver a Londres para entrar en política.
Fue asesor especial del exministro británico conservador de Economía Norman Lamont, bajo el mandato de John Major, aunque tuvo que esperar a los comicios generales de 2001 para entrar en el Parlamento. A partir de entonces, su carrera fue meteórica y, tras la victoria de los laboristas en las generales de 2005, fue elegido líder del partido.
Después de más de diez años de gobiernos laboristas y sumido el Reino Unido en una profunda recesión, Cameron llegó al poder en mayo de 2010, pero tuvo que aliarse con los liberaldemócratas porque no obtuvo los escaños suficientes para gobernar en solitario. Al entrar en Downing Street, el líder "tory" inició una política de profundos recortes en el sector público para superar la recesión y aplicó una política más euroescéptica al prometer la convocatoria de un referéndum sobre la pertenencia o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) si los "tories" ganan las generales de 2015.
Entre sus medidas también figuró la de conceder al ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, la posibilidad de convocar un plebiscito sobre la independencia de Escocia. Así, el 15 de octubre de 2012 acordó con Salmond la celebración de este histórico referéndum y permitió que la palabra independencia figurase en la pregunta de la consulta.
Esa decisión fue vista por muchos analistas como un auténtico error de cálculo, aunque hoy Cameron ha explicado que aceptó el "órdago" del partido de Salmond porque esta fuerza había obtenido un fuerte mandato en las urnas.
Finalmente, el ‘no’ a la independencia ha ganado el referéndum en Escocia, con un margen de diez puntos.