Internacional -
Guerra en Siria
Obama probará con la diplomacia pero no descarta la vía militar
El presidente de EE. UU. insiste en que el ataque químico no puede quedar sin respuesta.
Redacción
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha comprometido a trabajar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para llegar a un acuerdo que permita poner bajo custodia internacional y destruir el arsenal de armas químicas del Gobierno sirio, pero ha insistido en llevar a cabo una intervención militar "limitada", sin tropas sobre el terreno, si la vía diplomática fracasa.
En un discurso dirigido a la nación, Obama ha explicado que, después de dos años y medio, en los que Estados Unidos se ha limitado a las protestas pacíficas porque "no puede resolver todas las guerras civiles ajenas", "la situación cambió profundamente el 21 de agosto, cuando Al Assad gaseó a un millar de personas, incluidos cientos de niños".
Obama ha abogado por actuar, argumentando que "no solo se trata de una violación del Derecho Internacional, y de nuestro sentido de humanidad, sino de una amenaza para nuestra seguridad" porque, si no hay respuesta, "el régimen de al Assad no tendrá ninguna razón para dejar de usar armas químicas".
En la misma línea, ha alertado de que, "si con ello se debilita también la prohibición de usar otras armas de destrucción masiva, animará a los aliados de Al Assad, como Irán, que podrían construir un arma nuclear" y supondrá "una amenaza para países como Israel, Turquía y Jordania".
Siria, dispuesta a firmar la Convención de Armas Químicas
Por su parte, el ministro de Exteriores de Siria, Walid al Moulem, ha dicho que su Gobierno "quiere" firmar la Convención Internacional sobre Armas Químicas y está dispuesto a facilitar la información sobre todo su arsenal, en plenas discusiones sobre una propuesta rusa para poner este armamento bajo supervisión internacional.
En este sentido, el jefe de la diplomacia siria ha confirmado la intención de su Gobierno de "declarar la localización" de todo el arsenal químico e "interrumpir su producción". Asimismo, también se ha ofrecido a enseñar las fábricas a "representantes de Rusia y otros países miembro de Naciones Unidas".