Internacional -
Contra la ley de Hollande
Los detractores del matrimonio gay toman de nuevo las calles de París
Unas 150.000 personas, según la Policía, han participado en la tercera manifestación contra enlaces entre homosexuales. 4.500 agentes han velado por la seguridad ante la radicalización de las marchas.
Redacción
Los detractores del matrimonio homosexual volvieron a tomar hoy las calles de París en la primera manifestación multitudinaria convocada después de que el presidente de Francia, el socialista François Hollande, promulgara la ley que autoriza a personas del mismo sexo a casarse y a adoptar niños.
La tercera gran protesta de este tipo -en la que participaron 150.000 personas, según la Policía, y "más de un millón", según los organizadores- estuvo vigilada por 4.500 agentes, ante la radicalización de las últimas marchas contra la autorización de las bodas gays en Francia.
Incidente ante la sede socialista
El único incidente de la jornada no se produjo en la explanada de los Inválidos, donde convergieron las marchas salidas de tres puntos de la capital de quienes reclaman que se derogue la controvertida ley, sino en la sede del Partido Socialista (PS) en París.
Una veintena de individuos de extrema derecha entraron a la sede el partido gobernante y desplegaron en el tejado una banderola en la que podía leerse: "Holande, dimisión". Fueron desalojados por la Policía y el incidente no pasó a mayores.
Adopción de menores
El resto de la jornada, que coincidía con el Día de la Madre en Francia, se desarrolló en un ambiente que el diputado Henri Guaino, de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP) y próximo al expresidente Nicolas Sarkozy, describió in situ como "familiar, pacífica y paternal".
"Queremos defender absolutamente la ley de la familia y la filiación, porque un niño es el resultado único de la unión entre un hombre y una mujer", explicó a Efe Laure de Cotte, una manifestante que aseguró que la protesta no es homófoba pero que "hay que defender las cosas normales y no normalizar las que están fuera del circuito y son un poco contra natura".
La adopción de menores por matrimonios homosexuales, extremo que contempla la ley y avaló el Consejo Constitucional, es uno de los puntos que más inquietan a sus detractores.