Economía -
instalaciones energéticas
El sindicato ENBA lamenta que la creación de parques energéticos pueda perjudicar al sector agrario
Sostiene que la viabilidad económica de las explotaciones agrarias está directamente relacionada al suelo y su producción, de manera que es imprescindible defender estas tierras.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Abian jarri nahi diren parke energetikoek nekazaritzan eragina izan dezaketeela deitoratu du ENBA sindikatuak
El sindicato ENBA ha pedido este jueves que las nuevas instalaciones energéticas que se pongan en marcha en Euskadi se ubiquen en terrenos potencialmente contaminados o artificializados y no en tierras agrarias o forestales. La advertencia la han hecho Iñaki Goenaga y Karlos Ibarrondo, presidentes de ENBA de Gipuzkoa y de Bizkaia, respectivamente, quienes han presentado el documento "Compatibilizando la soberanía alimentaria y energética de Euskal Herria".
De esta forma, ENBA pretende "dar un toque" de atención a los promotores de parques eólicos o fotovoltaicos, pero sobre todo a las instituciones vascas, para que a la hora de decidir emplazamientos "tengan en cuenta criterios agrológicos" y que "no se puede gastar mucho más suelo si se quiere en este país tener alimentos".
Los responsables del sindicato han reconocido que los proyectos de nuevas infraestructuras de generación de energías renovables "son muy importantes" y necesitan "mucha tierra", lo que genera "un gran choque" con el uso natural de los terrenos agrarios. A su juicio, existen "una tendencia" por parte de las empresas e instituciones impulsoras a "hacerse con las mejores tierras agrarias", por tener "las mejores condiciones para generar energía", para facilitar el transporte o simplemente por "ser más baratas".
En este contexto, el sindicato ha advertido que la viabilidad económica de las explotaciones agrarias está directamente relacionada al suelo y su producción, tanto agraria como ganadera, "depende de él, de manera que es imprescindible defender estas tierras".
Tras considerar que "la soberanía alimentaria y la soberanía energética de Euskal Herria son retos compatibles" y constatar que ambas "precisan tierra", se priorice el uso agrario y el no agrario cuando se busque ubicación para infraestructuras energéticas.
La producción de alimentos debería, a su juicio, contar con "la calificación de actividad de interés general en las diferentes normativas", como lo está la energética, y en el momento de optar por un emplazamiento "el económico no puede ser el criterio principal" porque anularía "la protección de tierras agrarias recogida" en la legislación.
ENBA propone que a la hora de elegir emplazamientos de parques energéticos se dé prioridad a las áreas recogidas en el inventario de suelos potencialmente contaminados, para impulsar su recuperación, y a los que ya están artificializados, para evitar que haya más, así como potenciar la bioamasa forestal porque, además de renovable, apoyaría al sector forestal vasco.