Economía -
Conflicto laboral
Trabajadoras de Madres Mercedarias se encierran en la iglesia de Llodio, por el cierre del centro de Orozko
La residencia concertada de Madres Mercedarias, ubicada en el barrio Ibarra de Orozko, está en peligro de cierre. En ella, 43 trabajadoras cuidan a 63 mujeres con diversidad funcional. Ante la amenaza de cierre, interpela a Diputación a que se haga cargo de la situación.
EITB Media
Euskaraz irakurri: Mesedetako mojen egoitzako langileak Laudioko elizan itxi dira, Orozkoko zentroaren itxieraren kontra
Las trabajadoras de la residencia Madres Mercedarias de Orozko han ocupado este domingo la iglesia de Llodio (Álava) con el objetivo de denunciar la amenaza de cierre del centro situado en el barrio Ibarra (Orozko) y dar a conocer su situación y su lucha en la vecina Aiaraldea.
Según han denunciado, la residencia de Madres Mercedarias, ubicada en el barrio Ibarra de Orozko, está en peligro de cierre y son un total de 116 trabajadoras y usuarias las que están "en peligro de quedarse en la calle" y, por ello, han decidido llevar a cabo esta acción de protesta.
Las trabajadoras han explicado que, durante el encierro, tienen previsto realizar diferentes charlas, así como mesas redondas en la misma iglesia, en cuyo exterior han colocado una pancarta en la que se podía leer "Madres Mercedarias ez Itxi (Madres Mercedarias no se cierra)".
Numerosas personas han entrado, coreando gritos de protesta, al interior de la iglesia, donde también han accedido con una pancarta contra el cierre y en la que se reclamaba a la Diputación soluciones.
Peligro de cierre
El centro residencial Madres Mercedarias de Ibarra en Orozko, centro concertado de la Diputación Foral de Bizkaia, está en peligro de cierre. Se trata de un centro en el que las usuarias son más de 60 mujeres con diversidades funcionales y de ellas cuidan actualmente 43 trabajadoras.
La Congregación Madres Mercedarias se van del centro a finales de año y, según indican los sindicatos LAB y ESK, si nadie se hace cargo, el centro se cerrará.
El conflicto viene de tiempo atrás. En 2010 se firmó un acuerdo laboral entre las trabajadoras y la Madres Mercedarias en las que se establecían una serie de condiciones laborales. Sin embargo, el 2018 la congregación subrogó la gestión a la empresa buitre Fundación Aliados. Según explicado a EITB.eus Olaia Armendariz, trabajadora del centro y delegada de LAB, "nada más hacerse cargo de la gestión, anuló el pacto de 2010 y perdimos derechos laborales". Indican que desde 2019 las trabajadoras tienen un salario base congelado en 990 euros.
Después de muchas protestas y negociaciones, se consiguió echar a Fundación Alidos y las monjas volvieron a hacerse cargo de la gestión en 2020. Desde entonces, la reivindicación de las trabajadoras ha sido la de recuperar y actualizar las condiciones pactadas en 2010.
Sin embargo, desde que la amenaza de cierre está sobre la mesa, la lucha no es ya tanto por las condiciones, que también, sino por que el centro se mantenga abierto. "No queremos que se cierre la empresa, ni por nosotras ni por las usuarias", ya que su cierre y consiguiente recolocación de éstas en otros centros supondría "un daño muy grave y en algunos casos irreparable en sus vidas". Explican que muchas de ellas llevan más de la mitad de sus vidas en este centro.
Según el comité sindical, tras una pocas reuniones con la Diputación, la respuesta de la institución foral "ha sido desoladora" y es que, según indican, no se compromete a mantener el centro abierto.
Por todo ello, instan a la Diputación Foral de Bizkaia a hacerse cargo de la situación para evitar el cierre. "Entendemos que siendo un centro concertado y que funciona con dinero público, ésta se debe hacer cargo".