Economía -
Naufragio
El robot submarino inspecciona ya la zona donde se hundió el 'Vilaboa Uno', a 120 metros de profundidad
Se baraja la hipótesis de que el marinero de origen peruano que sigue desaparecido se encuentre en el interior del buque.
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Itsas robota 'Vilaboa Uno' ontzia hondoratu zen eremua arakatzen ari da, 120 metroko sakoneran
El robot submarino enviado por la Guardia Civil para colaborar a las labores de búsqueda del pescador desaparecido en el naufragio del pesquero Vilaboa Uno, ya se encuentra en Santander para obtener imágenes de las profundidades marítimas y conocer de manera más concreta "cuál es la situación". Se baraja la hipótesis de que el marinero de origen peruano que sigue desaparecido se encuentre en el interior del buque.
A partir de ahí, tendrá que ser Salvamento Marítimo quien indique los siguientes pasos a dar.
Asimismo, este miércoles han comenzado los trabajos de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos para dilucidar las causas de este naufragio, en el que han fallecido dos marineros y un tercero sigue todavía desaparecido.
El ministro de Pesca, Luis Planas, lo ha anunciado ayer junto al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, tras reunirse en Santander con Salvamento Marítimo, el presidente de la Organización de Productores de Pesca de Altura de Cantabria, el armador del Vilaboa Uno y representantes de los familiares afectados por el suceso.
Planas dijo que las labores ahora se centrarán en conocer la situación del buque hundido con el descenso de este robot de la Guardia Civil, para que "Salvamento Marítimo indique los siguientes pasos a dar".
"Esperamos y deseamos que el cuerpo sea encontrado lo antes posible", ha confiado el ministro de Pesca, quien subrayó que "es imposible aliviar la pena y el dolor que tienen, no solo los familiares y amigos, sino todos los que los conocían.
Junto al ministro compareció el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien mostró su comprensión ante "el nerviosismo y angustia" de la familia de uno de los pescadores muertos, que denunciaba que no había podido ver el cuerpo del marinero.