Economía -
CONFLICTO LABORAL
LAB, UGT, CCOO y ESK convocan una semana de huelga en el servicio de limpieza subcontratado por Osakidetza
La semana de paros se prolongará del 27 de febrero al 5 de marzo. Las trabajadoras llevan cinco años sin convenio y reclaman la homologación de sus condiciones al personal de Osakidetza.
EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Osakidetzak azpikontratatutako garbitzaileek astebeteko greba egingo dute, LAB, UGT, CCOO eta ESK-k deituta
Los sindicatos LAB, UGT, CCOO y ESK han convocado una semana de huelga, del 27 de febrero al 5 de marzo, en el servicio de limpieza subcontratado por Osakidetza. Las trabajadoras llevan cinco años sin convenio y reclaman la homologación con el personal de Osakidetza.
En una rueda de prensa celebrada en Bilbao han explicado que en su día las tres partes implicadas -empresas, trabajadoras y Osakidetza- aceptaron aplicar "las mismas condiciones", pero que tras medio centenar de reuniones las cosas están "prácticamente como al principio".
Han recordado que iniciaron la negociación del nuevo convenio en el año 2018, "convencidas de que ésta iba a ser una negociación sencilla", puesto que significaba "tener únicamente que adecuar y actualizar determinadas materias a los nuevos acuerdos que se han ido alcanzando dentro de Osakidetza".
Sin embargo, han señalado que tras las innumerables reuniones mantenidas, el bloqueo absoluto de la negociación "es evidente". "Estamos viendo que tanto las empresas como el cliente (Osakidetza) están incumpliendo el principio de homologación al negarse a adaptar y aplicarnos las diferentes materias aplicadas al personal propio de Osakidetza", han añadido.
Según han resaltado, no están reivindicando cuestiones que vayan más allá de la homologación lo que piden es "tener acceso a las diferentes convocatorias de carrera profesional, un sistema más amplio y justo de cobertura de vacantes, acceso a la jubilación parcial vinculada al contrato de relevo, permisos y licencias que ya tiene reconocido el personal de Osakidetza, etc".
Las centrales sindicales opinan que las empresas adjudicatarias se han instalado "en una postura cómoda, dirigiendo la responsabilidad a la dirección de Osakidetza, negándose a acordar cualquier materia con la parte social, si no es con el aval previo de la dirección".