Economía -

Rescate a los bancos

Los secretos de las negociaciones del rescate a la banca española

Los gobiernos europeos presionaban desde el miércoles a España para que aceptase la ayuda económica, mientras el gobierno de Rajoy seguía negándolo en público.

Luis de Guindos y Jean Claude Juncker. Foto: EFE.
Luis de Guindos y Jean Claude Juncker. Foto: EFE.
Luis de Guindos y Jean Claude Juncker. Foto: EFE.

Redacción

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El sábado, tras una reunión telefónica de los ministros de Economía del Eurogrupo, el Gobierno de Rajoy hizo pública la petición de ayuda financiera. Europa aceptó la demanda de inmediato y prometió un préstamo de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar el sector bancario. Pero las negociaciones comenzaron mucho antes.

A partir del miércoles y el jueves hubo contactos constantes. Y el mismo jueves se realizó una primera conferencia telefónica, que no había sido desvelada. En ese momento se puso en marcha la maquinaria.

El arranque del proceso no significaba que el acuerdo estuviera garantizado. Fue entonces, cuando comenzó una dura negociación entre le gobierno español y los responsable europeos. España no quería parecer que se le forzada desde Europa y por eso hizo todo lo posible para que “el gobierno español hablara primero”, según fuentes diplomáticas.

Los dirigentes Europeos no trataban el tema en público, pero en privado las presiones contra Madrid no cesaban.

La condiciones del acuerdo

España necesitaba el rescate, pero no quería para su país un programa de austeridad impuesto, como sucedió con Grecia, Irlanda o Portugal, según un alto responsable gubernamental.

Berlín exigía a España que aceptara las condiciones. Francia sólo pidió contrapartidas al sector financiero, mientas otros países se negaban a condiciones “a medias”.

El viernes los medios desvelaron que el sábado se celebraría una conferencia telefónica entre ministros de Economía y Finanzas del Eurogrugo, en la que España pediría la ayuda. Ateniendo a lo solicitado por el gobierno de Rajoy el resto de lideres europeos guardaban silencio.

Europa no veía problemas en ayudar a España, pero en España el rescate no había madurado lo suficiente y las presiones continuaban, mientras el rumor del rescate llegaba a la opinión publica.

El FMI aceleró las negociaciones

Finalmente, fue el viernes por la noche cuando se convoco la reunión para el sábado. El FMI desveló, antes de lo previsto, la evaluación de necesidades de los bancos españoles y España hizo su demanda de ayuda tras la reunión del Eurogrupo.

La zona euro dio su respuesta favorable. La presión de las agencias de calificación financiera y de Washington fue decisiva para acabar con las reticencias españolas, aunque los seguía negándolo en público.

Hasta el último minuto todavía podía haber un bloqueo de último minuto. Finlandia quería imponer condiciones a España y vigilancia presupuestaria y económica. Alemania finalmente aceptó la idea de contrapartidas únicamente bancarias. Al final, se impuso esta última posición.

El ministro de economía, Luis de Guindos, defendió el sábado por la tarde que el plan "no tiene nada que ver con un rescate". Helsinki todavía se reserva el derecho de pedir garantías e Irlanda ahora quiere renegociar la deuda que obtuvo en condiciones menos ventajosas.

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