Economía -
CRISIS ENERGÉTICA
Bruselas presentará la próxima semana un nuevo paquete de medidas para intervenir el mercado energético
Praga acoge hoy una reunión informal de ministros de Energía de la UE en la que se espera que los países definan con más claridad las medidas que esperan y están dispuestos a aceptar.
AGENCIAS | EITB MEDIA
La Comisión Europea presentará la próxima semana un nuevo paquete de medidas para intervenir el mercado energético y contener el alza de los precios, así como para incentivar la reducción de la demanda y facilitar las compras conjuntas de gas, respondiendo así al encargo de los líderes de la UE que la semana pasada reclamaron a Bruselas propuestas legislativas "claras".
"Debemos tener en mente que debemos actuar juntos y sobre la base de un amplio consenso", ha indicado la comisaria de Energía, Kadri Simson, en declaraciones a la prensa a su llegada a una reunión informal de ministros de Energía de la UE en Praga en la que se espera que los países definan con más claridad las medidas que esperan y están dispuestos a aceptar.
En la reunión, la comisaria ofrecerá una "presentación general" a los ministros del avance en los trabajos de los servicios comunitarios para presentar propuestas en cuatro áreas clave para el bloque: incentivar la reducción de la demanda energética, intervenir en los precios del gas, garantizar la solidaridad entre los Estados miembro y facilitar las compras conjuntas de gas.
Aunque la gran mayoría de los ministros han expresado su apoyo a Bruselas en la búsqueda de soluciones, con matices sobre los tiempos, sólo el ministro de Exteriores y Comercio húngaro, Peter Szijjarto, ha sido escéptico y pedido que no haya propuestas que puedan poner en riesgo el suministro de un Estado miembro, en referencia a cómo podría afectar a Hungría el tope al precio en las compras de gas.
El pasado 30 de septiembre, los ministros de Energía de la Unión Europea cerraron un prime acuerdo político sobre las medidas de emergencia para intervenir el mercado eléctrico comunitario, y han pactado reducir la demanda eléctrica en la UE un 5 % en horas pico, una tasa a las empresas de combustibles fósiles y establecer un límite de 180 euros/MWh al precio al que las productoras de electricidad inframarginales pueden comercializar la energía.