Economía -
Juicio en Donostia
Bravo dice que su mujer solo era una recadera y no llevaba las cuentas
Bravo ha reiterado, como ya hizo el pasado miércoles, la inocencia del que fuera su socio y de su mujer, de la que está separado desde hace tres años a raíz de este caso.
Redacción
José María Bravo, exdirector de la agencia tributaria de Irun y principal acusado por el presunto fraude de la Hacienda de esta localidad guipuzcoana ha vuelto a exculpar a su esposa, Rosa Cobos, de la que ha dicho que fue una mera "recadera" de algunos cheques que ingresó, pero que no manejaba las cuentas.
Bravo ha eximido de toda culpa asimismo a su socio Pedro Atristain, quien también está siendo juzgado en Donostia-San Sebastián por estos hechos.
A preguntas de las defensas de Cobos y Atristain, en la cuarta sesión de esta vista que se celebra desde esta semana en la Audiencia de Gipuzkoa, Bravo ha reiterado, como ya hizo el pasado miércoles, la inocencia del que fuera su socio y de su mujer, de la que está separado desde hace tres años a raíz de este caso.
Presencia 'estética'
Bravo ha explicado que la situación de su mujer como administradora de la sociedad Ius Local fue meramente "estética" porque el administrador de hecho era él, y ha rechazado que participara en otras de las empresas que él creó.
El principal acusado también ha exculpado a su socio Pedro Atristain, del que, entre otras cosas, ha dicho que figuró como administrador de una de sus sociedades también por motivos "estéticos" y no se lucró con ello, ya que lo hizo como un favor personal.