Economía -
VIDA LABORAL
El ministro Escrivá vuelve a defender trabajar "hasta los 70 o 75 años"
Con el objetivo de alargar la vida laboral, el responsable de Seguridad Social del Gobierno español ha vuelto a apostar penalizar la jubilación anticipada.
AGENCIAS | EITB MEDIA
Euskaraz irakurri: Escriva ministroak "70 edo 75 urtera arte" lan egitea defendatu du berriz ere
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones español, José Luís Escrivá, ha vuelto a sembrar la polémica con unas declaraciones sobre la edad de jubilación que tal vez tenga que volver a matizar, como ya le ocurrió en julio, cuando un día dijo que "los baby boomers podrán ajustar sus pensiones o trabajar más" y al día siguiente tuvo que rectificar y aclarar que "ayer no tuve mi mejor día; se me entendió mal". Esta vez, en una entrevista en el diario 'Ara' ha asegurado que hace falta un "cambio cultural en España" para seguir la tendencia europea de "trabajar cada vez más entre los 55 y los 70 o 75 años".
"En estas edades, por razones demográficas y de calidad de vida, se puede trabajar más. Y España es una anomalía europea: no solamente no seguimos esta tendencia sino que reducimos la proporción de mayores de 55 años en activo".
Escrivá ha defendido que el sistema de pensiones es sostenible y ha asegurado que conseguir que la edad efectiva de jubilación se acerque a la edad legal es "el mecanismo más potente" para su sostenibilidad. En este sentido, ha defendido que el objetivo del Gobierno es que los desincentivos para la jubilación anticipada sean más efectivos. Cabe recordar que el ministro planteó en abril pagar a los trabajadores hasta 12.000 euros por cada año que se retrase la jubilación.
Por otra parte, ha defendido que la ocupación juvenil no sustituye la sénior y ha abogado por "generar dinámicas dentro de las empresas para que personas de cierta edad vayan cambiando su actividad, las horas de trabajo, de dedicación...".
Ingreso Mínimo Vital
En otro orden de cosas, el ministro ha explicado que se han concedido 350.000 solicitudes de ingreso mínimo vital (IMV), pero ha lamentado que muchas personas que el Gobierno había identificado como potenciales beneficiarios no han pedido la ayuda, por lo que están diseñando una encuesta para dirigirse a ellos.
También ha asegurado que se han rechazado muchas peticiones, porque "hay una gran distancia entre la percepción que uno tiene sobre como es de pobre y sobre su situación de vulnerabilidad y la realidad", y ha defendido que el grueso de beneficiarios de rentas autonómicas han pedido el IMV.