Economía -
Crisis en la zona euro
La eurozona aprueba el segundo rescate a Grecia
Grecia ha tenido que ceder a la UE parte de su soberanía y aceptar una supervisión permanente de la troika.
Redacción
La eurozona ha salvado una vez más a Grecia de una suspensión de pagos inmediata al dar finalmente luz verde a un segundo rescate de 130.000 millones de euros hasta 2014, pero a cambio Atenas tiene que ceder parte de su soberanía y aceptar una supervisión permanente sobre el terreno de la troika.
El segundo rescate "dará a Grecia el tiempo necesario para seguir una senda creíble de consolidación fiscal y reformas estructurales y permitirá su retorno al crecimiento sostenible y al empleo, al tiempo que preservará la estabilidad financiera en Grecia y en la eurozona en su conjunto", ha dicho el presidente luxemburgués, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión.
El compromiso ha sido posible después de que la banca haya cedido a las presiones de la UE y haya aceptado asumir más pérdidas sobre los bonos helenos en su balance, de hasta el 53,5% del valor nominal en lugar del 50% que se había pactado inicialmente. Ello significa que el sector privado perdonará a Grecia alrededor de 106.000 millones de euros.
La quita real pasa así del 70% al 75%, según los cálculos de los analistas. Los acreedores privados han cedido tras las amenazas de Alemania y Países Bajos de una quiebra total de Grecia.
El aumento de la contribución del sector privado al segundo rescate de Atenas permitirá cubrir la brecha de financiación que faltaba para lograr el objetivo de reducir la deuda helena del 160% actual al 120,5% en 2020, tal y como habían pedido los líderes europeos.
Además, el Eurogrupo rebajará los tipos de interés que cobra a Grecia por el primer rescate de 110.000 millones de euros aprobado en hasta dejarlos en un margen de 1,5 puntos, frente a 2 puntos en la actualidad.
El Banco Central Europeo (BCE) colabora con el rescate renunciando a los beneficios de los alrededor de 50.000 millones de euros en deuda griega en su balance, ya que los distribuirá entre los Estados miembros, que a su vez los repercutirán en Grecia. También los bancos centrales de la eurozona harán llegar a Grecia cualquier posible beneficio en su cartera de bonos helenos.
Renuncia a parte de su soberanía
Para poder beneficiarse del nuevo plan de ayuda, Grecia ha tenido que aceptar ceder soberanía a la UE en materia presupuestaria. Así, el dinero del rescate se ingresarán en una cuenta bloqueada para garantizar que se destinen de forma prioritaria al pago de la deuda. Y Atenas se compromete a inscribir en la Constitución el principio de dar prioridad al servicio de la deuda, como ha hecho España, según ha destacado Juncker.
Además, habrá una presencia "permanente" de la UE y del FMI en Atenas para supervisar que se apliquen las reformas.