Economía -
Presupuestos 2021
PNV y PSE-EE aplican su mayoría y rechazan todas las enmiendas de la oposición
La oposición, que ha presentado unas 1.300 enmiendas parciales, ha rechazado las cuentas que a su juicio tienen un gasto público insuficiente para afrontar la crisis derivada de la pandemia.
agencias | eitb media
Euskaraz irakurri: EAJk eta PSEk gehiengoa baliatu eta oposizioaren zuzenketa guztiak errefusatu dituzte
PNV y PSE-EE han hecho uso de su mayoría parlamentaria y han tumbado, como era previsible, las aproximadamente 1.300 enmiendas parciales al proyecto de presupuestos para 2021 de los grupos de la oposición, que han vuelto a rechazar unas cuentas con un gasto público que a su juicio es insuficiente para afrontar la crisis derivada de la pandemia.
La comisión de Economía, Hacienda y Presupuestos del Parlamento Vasco ha votado las enmiendas parciales al proyecto presupuestario del Gobierno Vasco, que tras superar este penúltimo trámite parlamentario se aprobará como ley el próximo 11 de febrero en sesión plenaria.
Durante la votación PNV y PSE han rechazado todas las enmiendas de EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP+Cs y Vox, grupos con los que no fructificaron las negociaciones que abrió el Gobierno Vasco para intentar recabar apoyos.
Como habitualmente ocurre desde hace años en este trámite de enmiendas, tan solo se ha llegado a un acuerdo para aprobar una partida de 220.000 euros para la Asociación de Amigos y Amigas de la República Árabe Saharaui Democrática que han respaldado todos los grupos excepto Vox.
La oposición incluía en sus enmiendas distintas partidas para cambiar de destino más de 1.200 millones de euros.
EH Bildu ha llevado a la comisión 40 enmiendas en las que planteaba cambios por valor de casi 430 millones de euros. Entre otras partidas, proponía 140 millones para reforzar la sanidad, 200 millones para financiar un plan de rescate a los sectores más afectados por la crisis de la covid, 50 para educación y 20 para un plan de apoyo a la juventud.
El parlamentario de la coalición soberanista Josu Estarrona ha reprochado al Gobierno Vasco que se haya acomodado en su mayoría parlamentaria y no haya sido capaz de sumar apoyos de otros grupos y ha acusado al Gabinete Urkullu de estar "superado por la realidad" y de presentar unos presupuestos "obsoletos".
Elkarrekin Podemos-IU, en sus 226 enmiendas, pedía variar el destino de casi 220 millones de euros e incrementar las partidas para las ayudas de emegencia social, RGI, Emakunde, planes de choque para empleo y más inversiones en el área de Salud y para la transición ecológica.
El parlamentario de la coalición morada David Soto ha considerado insuficiente el gasto público recogido en los presupuestos, ha reclamado mayor endeudamiento y una reforma fiscal para disponer de más recursos y ha acusado al Gobierno Vasco de "falta de valentía" para liderar la recuperación económica.
Entre las 836 enmiendas del grupo PP+Cs por un importe de unos 400 millones, estos dos partidos incluían un incremento de más de 100 millones de euros para la sanidad vasca y el aumento en 70 millones de las dotaciones para un plan de rescate de la hostelería, y otros 65 millones para ayudar a los autónomos.
El portavoz de este grupo, Carmelo Barrio, ha denunciado la "soberbia política" del Gobierno Vasco por su "falta de negociación" pese a la mano tendida de PP+Cs en un momento en el que la pandemia requiere ser "humilde".
Desde Vox, su única parlamentaria, Amaia Martínez, ha defendido sus 217 enmiendas para mover 200 millones de euros con el fin de "poner por delante a empresas y familias".
Tanto Itxaso Berrojalbiz (PNV) como Sonia Pérez (PSE-EE) han asegurado que los presupuestos permiten encarar este año con la fuerza suficiente para hacer frente a la crisis económica y sanitaria y han destacado que 8 de cada 10 euros se dedican al gasto social.
El presupuesto para 2021 está dotado con 12.442 millones de euros, un 5,7 % más que en 2020, el más alto de la historia de esta comunidad autónoma. El gasto real se aumenta en 770 millones con respecto al año anterior gracias que la caída de ingresos se paliará con la relajación del déficit hasta el 2,2 % y con un mayor endeudamiento, que prácticamente se triplica.