¿Qué es el cierre patronal?

El cierre patronal es el cierre del centro de trabajo a instancia del empresario. Para ello, requiere la concurrencia de una huelga o circunstancia similar y una de las siguientes circunstancias: notorio peligro o daños para personas o cosas, ocupación ilegal del centro de trabajo o impedimento del proceso normal de producción.

La Constitución Española no establece, de forma expresa, el cierre patronal. Por lo que este concepto ha de deducirse del apdo. 2, Art. 37 ET en donde se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo. Al decir el texto constitucional, "se reconoce el derecho a adoptar medidas", se está reconociendo el derecho a realizar acciones dentro de los límites legales, con la finalidad de preservar los bienes jurídicos intactos.

La legislación vigente (Real Decreto-ley 17/1977) no exige que el empresario cuente con autorización administrativa previa, sino que basta la mera comunicación a la autoridad laboral en el término de doce horas.

No es necesario comunicarlo a los trabajadores ni a sus representantes o al comité de huelga. La notificación a la autoridad laboral permite que ésta valore las circunstancias del caso y, cuando proceda, ordene la inmediata reapertura del centro. Esto sucederá cuando, a su juicio, no hubiera causa justificativa para proceder al cierre o las causas que lo motivaron hubieran desaparecido.

El cierre patronal produce la suspensión de los contratos de trabajo de todos los trabajadores afectados por el cierre.

Cierre patronal de Araluce

La dirección de la empresa Araluce, ubicada en Igorre (Bizkaia), ha realizado esta pasada madrugada un cierre patronal y "la suspensión automática de toda relación laboral". Según han denunciado los trabajadores que en la madrugada de este viernes han sido expulsados sin previo aviso de sus puestos de trabajo. Batz, propietaria de la planta de Araluce, ha alegado irregularidades colectivas para llevar a cabo el cierre patronal.

Araluce es una empresa dedicada al diseño, fabricación y puesta a punto de troqueles dentro del sector del automóvil.

Según el sindicato ELA, el Grupo BATZ, integrada en Mondragón Corporación Cooperativa y dedicada en una de sus unidades de negocio a la misma actividad que Araluce, compró Araluce con la condición de que la plantilla asumiera bajadas salariales, aumento de jornada y recortes sociales. El Grupo BATZ ofrecía la viabilidad al proyecto industrial de Araluce, mediante su integración dentro de su grupo. Además garantizaba la carga de trabajo.

Ahora, el Grupo BATZ "pretende el cierre patronal de Araluce y el despido de 141 trabajadores y trabajadoras", aseguran desde ELA. Hace varias semanas ya anunció su intención de liquidar la empresa antes de final de año.