Euskadi estrena el nuevo servicio público de empleo, Lanbide

Euskadi pone hoy en marcha el nuevo servicio vasco de empleo, Lanbide, que gestionará la transferencia de las políticas activas de empleo y ayudas sociales como la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), hasta ahora en manos de Ayuntamientos y Diputaciones, aunque eran sufragadas por el Gobierno Vasco.

El despliegue de Lanbide durará dos años, será comarcal y no por territorios, y su Consejo de Administración contará con 15 puestos, que se repartirán a partes iguales entre administración, patronal y sindicatos. De todos modos, es previsible la ausencia de ELA y LAB.

Lanbide, cuyas oficinas centrales se situarán en Vitoria-Gasteiz, será el encargado de ejercer la mayor parte de las funciones planificadoras, diseñadoras, ejecutoras, de control, evaluadoras o prescriptoras en relación con las políticas activas de empleo, aunque el departamento de Empleo y Asuntos Sociales acometerá la planificación estratégica y las directrices de la política de empleo.

Los estatutos marcan los principios rectores sobre los que deberá basarse la actuación de Lanbide. Se refieren a la "calidad de los programas y de los servicios a las personas trabajadoras" y a la "eficacia y eficiencia" de los mismos, orientados a la inserción laboral y al emprendizaje.

También hacen mención a la "transversalidad" de sus actuaciones, con la finalidad de facilitar la integración, a la "corresponsabilidad de las personas y las empresas", y a la "coordinación con la Inspección de Trabajo".

Igualmente, establecen que la actividad de Lanbide garantizará la "participación de los agentes sociales", la "igualdad de oportunidades y no discriminación por razón de sexo, etnia, edad, estado civil, adscripción política, afiliación sindical, religión, origen opinión o lengua", la "universalidad y gratuidad de sus actuaciones" y la "cohesión social y territorial".