El futuro de Iberdrola o Petronor pasa por el Congreso

El PSOE quiere eliminar el límite en la toma de decisiones de las grandes empresas. Hasta ahora, un accionista, por muy mayoritario que sea, sólo puede votar en su consejo de administración como si tuviera un 10% de las acciones. Aunque tenga más, su poder sobre la dirección de la empresa tiene ese límite.

Eso obliga a acuerdos amplios, e impide que propietarios con un 12, un 15 o un 20% de las acciones impongan su voluntad al resto. Además, dificulta la toma de poder por parte de personas ajenas al interés estratégico de esas empresas, y que sólo buscarían especular, independientemente de lo que convenga a esa empresa y la comarca donde se asienta. Es un mecanismo de ''protección'' estratégica que existe en todos los países europeos, excepción hecha de Alemania e Italia.

Iberdrola y Petronor son dos proyectos clave para la economía vasca: están enraizadas en Euskadi, y ellas solas generan miles de puestos de trabajo aquí y sostienen a numerosas empresas auxiliares. Ambas están participadas por la BBK, además de por otras empresas vascas.

En el caso de Iberdrola, la BBK es la segunda accionista por detrás de Florentino Pérez, de ACS. El presidente del Real Madrid tiene el 12% de la eléctrica vasca, es el primer accionista, pero gracias al límite de voto, no dirige la compañía porque sólo puede votar por el 10%.

Si ahora se elimina ese límite, como pretende el PSOE con la enmienda que se votará esta tarde en el Congreso, Florentino podría apelar a su papel de primer accionista para hacerse con el control efectivo de Iberdrola, imponiendo su voluntad al resto de accionistas.

En ese caso, la implicación de la eléctrica con la economía vasca podría quedar seriamente comprometida, sobretodo conocidos los antecedentes del personaje en cuestión. Ése el debate, y eso, lo que esta tarde se juega en Madrid.