Economía -
Denuncia
ELA acusa al presidente de Confebask de implantar jornadas de 11 horas
El sindicato ha denunciado que la precariedad se extiende "allí donde se contrata obra pública".
AGENCIAS | REDACCIÓN
El secretario general de ELA, Txiki Muñoz, ha acusado al presidente de la patronal vasca Confebask, Roberto Larrañaga, de haber creado en su empresa, la constructora Zikotz, una red de subcontratas en las que se trabajan jornadas de 11 horas diarias con salarios de 5 euros la hora.
Una situación que, según ha acusado Muñoz, no es exclusiva de la empresa de Larrañaga, sino que se extiende allí donde se contrata obra pública, "sin que el Gobierno vasco haga nada".
El secretario general de ELA ha asegurado que en su reunión con el nuevo presidente de la patronal, éste les trasladó el mensaje "de que la situación (de precariedad) no va a cambiar, resignaos, y nosotros les dijimos que no lo vamos a hacer".
Por ello, van a poner en marcha una campaña en contra la precariedad laboral, en la que utilizan la imagen de ocho empresarios para "ponerle cara" al lema de la campaña: "Vuestros beneficios, nuestra miseria laboral".
Son Florentino Pérez (ACS), Ignacio Galán (Iberdrola), Gregorio Villalabeitia (Kutxabank), Josu Jon Imaz (Repsol), Alberto García Erauzkin (Euskaltel), Pello Gibelalde (Adegi), José Antonio Sarria (patronal navarra CEN) y Yolanda Barcina (Telefónica).
"Son ejemplos de empresas que buscan el máximo beneficio a costa de los derechos de los trabajadores, mientras sus directivos se reparten ingentes beneficios y premios, empresas muy ligadas a los partidos que gobiernan e imponen un modelo precario", según ELA.
Muñoz ha recordado las recientes estadísticas según las cuales en 2003 los máximos directivos cobraban 87 veces lo que un trabajador de una empresa, diferencia que en 2014 ha aumentado a 157 veces. "Mientras los bonus suben, se imponen salarios de 500, 600 o 700 euros", ha insistido.
La campaña contra la precariedad, que tiene carácter indefinido, se va a desarrollar empresa a empresa, de manera que cada delegado de ELA identifique la precariedad y ponga en marcha planes para intentar terminar con ella.
Por su parte, el propio Roberto Larrañaga ha negado las acusaciones y ha asegurado que en su empresa se cumple el convenio.