Epsilon e Hiriko fracasaron por basarse solo en ayudas públicas

La falta de financiación privada en Epsilon e Hiriko, cuyo desarrollo se basó principalmente en ayudas públicas, fue una de las causas principales del fracaso de ambos proyectos que apoyaron instituciones públicas pese a los riesgos que conllevaban.

Esta es una de las conclusiones plasmadas en la propuesta de dictamen que ha elaborado Carmelo Barrio (PP), el presidente de la comisión de investigación del Parlamento Vasco que desde el pasado 1 de abril ha trabajado para aclarar las circunstancias del fracaso de Epsilon e Hiriko pese a que recibieron ayudas públicas de diversas administraciones.

Esta propuesta ya ha sido remitida al resto de los grupos parlamentarios, que podrán hacer sus alegaciones hasta el próximo día 8, dos días antes de que la comisión de investigación se reúna para debatir y votar el dictamen definitivo.

Epsilon es una empresa que pretendía desarrollar un proyecto para competir en Formula 1, mientras que Hiriko impulsó un coche eléctrico que no llegó a comercializarse.

Además, Epsilon tenía una "ínfima" aportación privada de sus promotores y propietarios y cuando comenzó a disminuir la inyección de dinero público empezó a "flaquear estrepitosamente", según se indica en la propuesta.

Si el proyecto funcionaba sus promotores se hacían con una empresa que estaba tasada en más de 22 millones de euros, pero si fracasaba era el Parque Tecnológico de Araba el que debía adquirir la deuda con las entidades financieras, denuncia Barrio en sus conclusiones.

La propuesta de dictamen aprecia responsabilidades políticas en las personas que formaban parte del Consejo Vasco de Promoción Económica -organismo que agrupa al Gobierno Vasco y a las diputaciones forales- que en noviembre de 2007 declararon a Epsilon como proyecto estratégico y propusieron al Consejo de Gobierno Vasco la concesión de subvenciones.

Hiriko

En relación a Hiriko, Barrio denuncia que ha habido un importante desembolso de ayudas públicas que corren el riesgo de acabar perdidas definitivamente o en manos de empresas privadas que se puedan encontrar con patentes sin haber apenas invertido en su realización, adquisición y utilización.

En este caso no se señalan responsabilidades políticas ya que antes se considera necesario que tanto el Tribunal de Cuentas del Estado como el del País Vasco fiscalicen las ayudas y subvenciones públicas que recibió Hiriko.